Alberto F.R., el vecino de Santa Eulària sospechoso de haber provocado el incendio de Sant Vicent, ingresó en prisión el pasado sábado. Ayer, su familia defendía rotundamente su inocencia. «Es imposible que Alberto haya sido el responsable», afirmaba su compañera sentimental, Maribel Juan Escandell.

Se da la circunstancia de que la familia de Maribel posee un terreno en la zona afectada por las llamas, aunque no quedó calcinada. «Le tiene un amor increible a la finca, la quiere más que nadie y todo el pueblo lo sabe. Pasamos todos los fines de semana en ella», relataba su pareja, quien aún no acaba de creer que se le pueda considerar sospechoso de haber iniciado las llamas.

Según el testimonio aportado por sus familiares, Alberto se encontraba trabajando como carpintero en es Canar en el momento en el que se declaró el fuego. Al enterarse cogió su furgoneta y se dirigió rápidamente hacia el monte para comprobar que el incendio no afectaba a su propiedad. «Al llegar encontró la carretera cortada por el fuego y dio media vuelta y, al regresar, encontró un control de la Guardia Civil que le pidió que se identificara», relataba ayer Maribel. A continuación, según este mismo testimonio, continuó regresando a la zona día tras día hasta que el pasado lunes a las diez de la noche la Guardia Civil de Sant Joan le pidió que fuera a declarar al día siguiente, y así lo hizo.

Pero aquella no sería la última visita de Alberto al puesto de la Guardia Civil. El jueves volvió a ser citado para el día siguiente en compañía de un abogado. «Se le cayó el mundo encima», recuerda Maribel.