La Dirección General de Marina Mercante tendrá que resolver antes de acabar el mes de julio si el capitán del rápido que cubría la línea entre Eivissa y Formentera y que fue acusado de ir bebido por el pasaje en la pasada festividad de la Virgen del Carmen es inocente o responsable de una falta que le pude suponer no sólo una fuerte multa sino también la inhabilitación.

Esto es a lo máximo que se puede llegar por lo ocurridos después de que el juzgado sobreseyera el caso por falta de materia penal dejando sólo la vía administrativa. Así, Capitanía Marítima recogerá mañana el testimonio del pasaje que el 16 de julio iba a bordo del «Rápido de Formentera», barco que aquél día, en una jornada de mala mar, tardó dos horas en atracar en el puerto de Eivissa. Su responsable achacó este incidente sólo a una desafortunada avería en un motor mientras que los pasajeros lo atribuyeron al supuesto estado de ebriedad de la tripulación.

Una veintena de personas se encuentran citadas a fin de poder completarse el expediente que en su día se abrió por esta causa. Su declaración, que se ha visto retrasada por complicaciones técnicas durante el proceso, servirá para ultimar el informe que prepara la Capitanía Marítima, organismo al que compete realizar una propuesta sobre la que finalmente tendrá que decidir la Dirección General de Marina Mercante.