El director de Relaciones Humanas de Construcciones Aeronáuticas
(CASA), Javier Matallanos, aseguró ayer que llevará algún tiempo
investigar las causas del accidente de aviación en Turquía en el
que murieron tres de sus empleados, y precisó que de momento «no
hay nada que decir» en los aspectos relacionados con este asunto.
Matallanos, que acudió a la terminal de carga del aeropuerto de
Barajas para recibir los féretros con los cadáveres de los tres
fallecidos, indicó que «la investigación está en marcha y va a
llevar tiempo porque no son cosas de llegar y besar el santo», y
añadió que se informará «cuando se tenga algo que decir».
En declaraciones a los periodistas, Matallanos señaló que CASA
se ha limitado a cumplir con su obligación de traer a España los
cuerpos de los fallecidos «a la mayor velocidad posible», y
manifestó que la empresa no cuenta con la autorización de los
familiares para comunicar el lugar donde serán enterrados los
cuerpos. Además, el directivo de CASA destacó que las autoridades
turcas han colaborado en este asunto «de una manera sensacional ya
que han ayudado en todo».
Los cadáveres de los tres trabajadores que fallecieron el pasado
viernes cerca de Ankara (Turquía) al caer a tierra el avión CN-235
de la empresa CASA en el que viajaban, llegaron a las 14'10 horas
en un vuelo de Lufthansa al aeropuerto madrileño, donde aguardaban
los familiares para el traslado de los cuerpos. El avión estaba
ocupado por el comandante José Luis Gascó y por Daniel Haro y
Eugenio Muñoz. En el accidente también falleció el técnico turco
Emin Kiran.
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