La empresa funeraria retiró por la mañana los dos cuerpos hallados calcinados en una casa abandonada de Son Banya.

JAVIER JIMENEZ/PEP MATAS Policía y Guardia Civil continuaban ayer en sus respectivos casos recopilando datos y pistas sobre los tres asesinatos que se han producido en las últimas horas en Mallorca, el doble crimen ocurrido en Son Banya y el sucedido en Andratx, éste último del que fue víctima una rica viuda alemana.

La Guardia Civil trabaja en éste último crimen, sobre la base de que la mujer recibió dos puñaladas fatales por una cuestión amorosa, aunque otros datos han hecho pensar en un móvil económico. No se cree que todo fuera por un robo al no hallarse la caja fuerte forzada. La policía, a su vez, ya ha emprendido una línea de investigación fundamentada en que las dos personas que fueron halladas calcinadas en una casa de Son Baya fueron objeto de un ajuste de cuentas en la que las drogas no parecen ser ajenas.

Los dos fallecidos no están todavía identificados, pero hoy está previsto que se realice la autopsia. La investigación del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía avanza lentamente, pero los agentes han reunido ya algunos indicios que pueden ser de interés a la hora de esclarecer el caso. Ayer por la mañana los funcionarios policiales, el juez de guardia y los bomberos regresaron al escenario del crimen y procedieron al levantamiento de los dos cuerpos carbonizados.

La pareja fue asesinada en la noche del sábado, pero el mal estado de la casa -que amenazaba derrumbe- recomendó que la inspección ocular se realizara por la mañana, con luz solar y adoptando ciertas precauciones. De hecho, los funcionarios emplearon cascos para introducirse en la vivienda y examinar los cuerpos. Muy cerca del lugar en donde aparecieron los cadáveres la policía encontró un coche marca BMW sospechoso, que podría ser de uno de los fallecidos y que fue retirado por una grúa. Los habitantes del poblado gitano, pese a encontrarse a escasos metros del 'picadero', aseguraron que no habían oído o visto nada extraño, una postura que suele ser habitual en estos casos.