El crimen de Mónica Juan continúa hoy, justo cinco años después de que su cadáver fuera encontrado bajo un olivo de Jesús, sin nuevas pistas que justifiquen la reapertura de un caso que oficialmente fue cerrado por el juzgado de Eivissa que tramitó su investigación tras pasar por él distintos jueces y cuya decisión fue ratificada posteriormente por la Audiencia Provincial.

El asesinato de la joven de Santa Eulària sigue, pese al tiempo pasado, en la memoria de muchas personas cercanas a la víctima que siguen esperando que el crimen no quede impune y que alguna persona conocedora de lo ocurrido pueda lanzar alguna pista que pueda ser resolutiva.

A lo largo del proceso, en el que figuraron como sospechosos una larga lista de personas contra la que no se encontró ninguna prueba, siempre surgió la idea de que pudieran ser varias las que estuvieran implicadas en el asesinato de Mónica Juan, vista por última vez con vida en la noche del 9 de diciembre de 1995. Asimismo, durante la investigación, también estuvo presente la sospecha de que podía haber personas amenazadas veladamente para que guardaran silencio.