Los agentes de la Guardia Civil recompusieron el esqueleto encontrado en el mismo lugar del hallazgo. Foto: G. ROMANI.

Agentes de la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa se trasladaron ayer a Formentera para investigar la aparición de un esqueleto en la zona conocida como ses Platgetes den Serra, en Sant Ferran. Los primeros indicios que han trascendido indican que los restos son antiguos y que probablemente pertenecen a una mujer que recibió un impacto en la cabeza.

Esta hipótesis surge al desenterrarse el esqueleto y hallarse su dentadura perfecta, sin ningún tipo de carie ni defecto aparente en la misma. Además, se percibía claramente un agujero en la parte frontal del cráneo posiblemente indicativo de una agresión con un objeto afilado: un pico, un martillo o un palo, entre otras armas. No se descarta, sin embargo, que la víctima hubiera fallecido por un disparo de cartucho o de las llamadas armas de avancarga, aquellas que se cargaban por la boca del cañón. Un dato que plantea las dudas principales de que la causa de la muerte se hubiera producido por una impacto de bala está en que no se ha encontrado orificio de salida.

La Guardia Civil, una vez que el esqueleto sea examinado por el médico forense, tiene previsto enviar muestras para que formen parte del denominado «Programa Fénix», un banco de datos creado por la Benemérita en colaboración con la Universidad de Granada y del que Ultima Hora Ibiza y Formentera ya informó de su existencia y de su aplicación prevista con personas desaparecidas y restos que aparecieran en las Pitiüses. Ello posibilitará que algún día se pueda descifrar la identidad de todas estas personas.

Las pruebas que realice el forense, y las que se lleven a cabo con el envío de muestras a los laboratorios de Madrid, también permitirán concretar el sexo y las causas y el tiempo de la muerte. La edad se podrá saber con exactitud gracias a la denominada prueba del carbono, aunque un dato que puede anticipar este resultado está en conocer la época de una hebillas y dos eslabones de cadena hallados entre los huesos. El esqueleto fue encontrado el jueves por un residente cuando paseaba por la playa en compañía de sus perros.