José Bernat era el hijo del dueño del hostal y esa noche sustituía a un compañero de vacaciones.

JAVIER JIMÉNEZ-FAUSTO RAMOS
Los crímenes de la alemana Ilse Michaelis, que fue ahogada en la bañera de su casa de s'Arenal en 1996, y del mallorquín José Bernat Tomás, que apareció con la cabeza destrozada en su negocio familiar en 1998, no quedarán impunes. Tras años de investigación conjunta entre el Grupo de Homicidios de Palma y la Policía alemana y austríaca el pasado lunes fueron detenidos en la ciudad de Gratz, en Austria, los dos presuntos asesinos de Ilse y José.

Tal y como adelantó Ultima Hora en el mes de mayo de 1999, se trata de una pareja de homosexuales germanos que malvivía en Mallorca, en concreto en la Platja de Palma, y que en ambos homicidios fue quién llamó a la policía para informar del descubrimiento de los cadáveres. Esta circunstancia, en un principio, pasó desapercibida, pero después los investigadores cayeron en la cuenta de que se trataba de demasiada casualidad y centraron las diligencias en Peter D., de 53 años, y su compañero sentimental Matthias S., de 29. Los dos sospechosos, tras el crimen del Hostal Marbel, huyeron a Austria y pese a la orden de detención internacional que se dictó se perdió su pista.

Ilse Irene Michaelis regentaba un bar en s'Arenal y vivía sola en un apartamento de la calle Marbella. El 6 de noviembre de 1996 apareció sin vida en su bañera, llena de agua, con las manos atadas con un sujetador y un pantalón anudado al cuello. Sobre su cabeza habían quedado marcados cuatro dedos de uno de los asesinos, que la había introducido en el agua violentamente hasta asfixiarla. Luego, los agresores -que se habían granjeado la amistad de la víctima visitándola en su domicilio y en el bar- registraron el apartamento y robaron dinero y joyas de la caja fuerte. Antes de salir llamaron al 091 y avisaron, muy impresionados, del dramático 'hallazgo'.