Cuatro personas que fueron detenidas en enero en una operación
policial que se llevó a cabo en Eivissa y Barcelona para acabar con
un red mafiosa de prostitución china se sentarán este lunes en el
banquillo para responder de los delitos de detención ilegal,
extorsión, robo y falta de lesiones de los que se les acusan. El
fiscal pide para todos ellos penas que sumadas superan los 48 años
de cárcel.La Audiencia Provincial se desplaza a la isla dicho día
expresamente para resolver esta causa.
Los sospechosos fueron descubiertos en Barcelona días después de
que una mujer china que había huido de un club de Menorca recibiera
una paliza tras terminar en un piso de Sant Antonio que la red
había alquilado y que en teoría servía de para nuevos «negocios».
La víctima aseguró que cuatro personas, entre ellas dos de los que
se consideraron «cabecillas», la encerraron en una casa y le
obligaron a firmar un contrato de devolución de dos millones de
pesetas, al tiempo que obtuvieron de ella su cartilla de ahorro y
su número secreto para sustraerle 400.000 pesetas.
Al parecer, después de ocurrir todo esto, la afectada continuó
trabajando en un club cuando ya figuraba como testigo protegido,
según nuevos datos que han trascendido. La afectada también afirmó
que fue intimidada de distintos modos y que durante su supuesta
retención los agresores llegaron a sumergirle la cabeza en la
bañera para forzarla a acceder a sus pretensiones.
Los integrantes de la red, que se desplazaron desde Menorca y
Barcelona presuntamente para «meter en cintura» a la prostituta,
llegaron también a amordazar a la víctima, siempre según este mismo
relato. Estos hechos motivaron la detención de cuatro personas en
Barcelona y otras dos en Sant Antoni, estas dos últimas dos mujeres
que se cree tenían la finalidad de montar la infraestructura para
que la red se instalara en la isla.
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