El joven escocés, como muchos británicos, visitó Eivissa para sus vacaciones.

Thomas S. no suponía que se iba a montar tal revuelo durante su ausencia. El joven escocés, que debía asistir a un juicio por robo como principal testigo, se fue de vacaciones a Eivissa con una asociación benéfica británica, dejando«plantado» al tribunal de justicia escocés.

El incidente ha repercutido en toda la prensa del país, que ha visto como servicios sociales y Justicia se han contradicho. Según el diario «The Scotsman», el joven, que debía presentarse a mediados de junio en el juzgado, se fue de vacaciones, «burlando» el requerimiento de la justicia, en un acto totalmente «extraordinario». El departamento de servicios sociales del Concilio de Five, quien es responsable de la tutela del menor, permitió que el joven saliese del país después de haber informado al fiscal del juzgado, quien no prestó demasiada atención al caso. Cuando llegó el día del juicio contra Ross Hamilton, acusado del robo de 130 libras, el fiscal de la circunscripción Chris Sneddon no salía de su asombro, ya que no podía entender que el departamento de Trabajo Social hubiera ignorado la carta que el 15 de junio recibió advirtiendo de que el joven no asistiría al juicio por hallarse de vacaciones en Eivissa.

El abogado de Hamilton, Velerie Johnson, se vio obligada a pedir un aplazamiento debido a las circunstancias reseñadas. El joven, totalmente desconocedor de la situación que se había creado en Escocia, permaneció durante más de dos semanas de vacaciones totalmente despreocupado; mientras él se divertía en los clubs y playas de la isla, la justicia escocesa se debatía en la adjudicación de responsabilidades sin explicarse como pudo suceder.