El cuerpo estaba enganchado a unas rocas entre Santa Eulària y Cala Llonga. Foto: J.G.

El cadáver de un hombre en avanzado estado de descomposición fue encontrado a primera hora de la noche de ayer en aguas de Sant Eulària, en unos acantilados próximos a la zona de Cala Llonga. Al cierre de esta edición, sobre las 22 horas, no había transcendido su identidad y, según todos los indicios, la Guardia Civil, a través de su unidad de Policía Judicial, iniciaba a estas mismas horas las primeras investigaciones para aclarar quién era el fallecido así como las circunstancias de su muerte.

El cuerpo, que al parecer se hallaba en el agua prendido en unas rocas, fue divisado por una patrulla de la Benemérita. El rescate del fallecido, sin embargo, tuvo que hacerse desde el mar y con la intervención de agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Eivissa, confirmaron a este periódico varias fuentes.

La recuperación del cuerpo, del que tampoco había trascendido si existían en él algún signo de violencia que pudiera hacer pensar en indicios criminales, fue posible después de abordar con una embarcación esta parte de la costa. A esta misma hora no se podía descarta que el cadáver perteneciera a un británico de 62 años, Edward F., enfermo de Parkinson, que desapareció de su domicilio el pasado jueves y cuya desaparición fue denunciada tanto a la Policía Local de Santa Eulària como a la Guardia Civil.