La carretera de Sant Antoni volvió ayer a ser trágica para los turistas que visitan en verano la isla. Un inglés de 18 años ha sido la última persona que ha perdido la vida en esta vía. Esta vez, sin embargo, no ha sido por un atropello, como le sucedió 24 horas antes a una chica , también británica, en el tramo de las discotecas, sino por un accidente de moto en el que la víctima no llevaba casco. Un segundo turista arrollado durante la noche del atropello mortal seguía grave al cierre de esta edición.

P.F. conducía un ciclomotor de la alquiler en el que iba otro chico de su misma edad. Su moto se salió de la calzada por causas que se desconocen en el kilómetro 11'900, en el cruce de Can Tomàs, cuando según todos los indicios ambos se dirigían a Sant Antoni a las dos de la madrugada acompañados de otros turistas que circulaban en sus respectivos ciclomotores. La moto en la que iba la víctima y otro turista, G.K., que sufrió heridas leves, se precipitó de frente a la cuneta, en una zona profunda.

Los primeros indicios señalan que ambos jóvenes circulaban por el arcén cuando se perdió el control de la moto, provocando la salida de la vía y yendo hacia la cuneta en sentido prácticamente perpendicular a ésta. Al caerse P.F., que no llevaba el caso protector, impactó contra un pretil de hormigón. El golpe fue fatal. Los otros turistas que circulaban en el grupo se dieron cuenta del accidente y pidieron ayuda. Momentos después unidades de la Policía Local de Sant Antoni acudían este lugar, prácticamente al mismo tiempo que el personal de una ambulancia del 061 atendía «in situ» a las dos víctimas.