Más de setenta testigos han sido llamados a declarar por este juicio, visto ya para sentencia

Los informes finales de las partes personadas en la vista que se ha celebrado por el choque de dos rápidos en Eivissa en 1991, un accidente con 40 heridos, evidenciaron la gran disparidad de criterios que se han tenido en cuenta a la hora de analizar lo ocurrido. Durante la vista los testimonios de los pasajeros no han sido unánimes y los propios informes o declaraciones presentados por los peritos, así como por profesionales de los barcos, han sido interpretados de una manera u otra según se estuviera en una parte u otra.

La fiscal decidió mantener los cargos que han llevado al único capitán vivo -el otro falleció en accidente de tráfico- al banquillo de los acusados frente a penas de 6 meses de cárcel y otros tantos de inhabilitación. La fiscal, además, elevó en 22 millones de pesetas la suma total de indemnizaciones, cantidad a la que habría que añadir los 50 millones pedidos al principio de la causa. Las defensas -la propia del capitán del «Algeciras» y la de las aseguradoras- no sólo requirieron la absolución, sino que además hicieron hincapié en que finalmente éste ha tenido que sentarse en el banquillo como único imputado después de que el fallecimiento del otro capitán implicado llevara a las acusaciones a relanzar intencionadamente el proceso sobre la base de que el único culpable podía ser el responsable del «Algeciras», según esta interpretación. «Se ha hecho así para mediante la condena penal llegar a la responsabilidad civil», señaló uno de los letrados.

La declaración más novedosa de ayer la dio el que fuera primer oficial del «Algeciras», quien dijo que su capitán realizó una «maniobra inexplicable». Las defensas pusieron en duda el testimonio de este marino ya que trabajaba , pese a su condición de enrolado en este rápido, y lo sigue haciendo para Flebasa, personada como acusación en la causa.

El abogado de Flebasa, ahora Baleària, mantuvo los cargos pero fue uno de los que pidió el indulto para el responsable del «Algeciras» en caso de que se le condenara. El acusado concluyó lamentando lo sucedido y solicitando que se tuviera en cuenta la «relatividad» de las reglas en la navegación náutica, negando siempre que alguno de los capitanes estuviera en un «pique».