R.M.C., de 38 años de edad, natural de Granada y vecino de Eivissa,
no quiso eludir responsabilidades después de ser víctima de un
accidente de tráfico que sufrió en el cruce de Sant Agustí. Su
coche, un Seat Marbella, se vio de improviso embestido por un Audi
100 cuyo conductor al parecer se saltó una señal de stop. El único
problema es que R. M.C. iba bebido.
Agentes de la Policía Local de Sant Josep fueron los primero en
llegar al lugar de la colisión, ocurrida sobre las 20.15 horas de
anteayer. El conductor del Seat Marbella no se avino sólo a culpar
del siniestro a H.B.J., un francés residente en Sant Agustí y de 71
años, sino que él mismo, pese a reconocer manifiestamente que iba
bebido, instó a los policías para que se diera aviso a la Guardia
Civil de Tráfico al entender que él no había teniendo ninguna culpa
en el accidente. Ninguno de los dos conductores resultó herido,
pero el Seat Marbella sufrió importantes daños.
Los policías, al no llegarse a un acuerdo amistoso, no tuvieron
inconveniente en dar aviso a Tráfico, tal y como insistía el
conductor del Seat. Los agentes de la Benemérita cumplimentaron el
atestado que se llevará al juzgado no sin antes hacer las pruebas
de alcoholemia, hecho que motivó sólo la detención de R.C.M.
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