Este verano han aumentado el número de casos llegados a los juzgados.

J.J.MONERRI Una buena parte de las denuncias que se han presentado este verano por agresión sexual en los distintas dependencias policiales de la isla están bajo sospecha. Muchas de ellas tendrán que seguir su trámite en el juzgado después de analizar exclusivamente dos testimonios encontrados, los casos más típicos en donde todas las dudas son posibles.

Los servicios de prensa de la policía y de la Benemérita han informado en total de una veintena de detenciones. Este verano el número de denuncias se ha disparado con respecto a otras temporadas turísticas sin que tras ellos pueda discernirse una causa concreta con certeza. Sin embargo, pese a la falta de pruebas exactas, no se descarta que muchos de estas agresiones hayan sido simuladas para cobrar un seguro, según se desprende de distintas informaciones recogidas por este periódico.

La contratación de seguros por daños es un hecho habitual entre los turistas. La mayor parte de las veces los turistas, especialmente británicos, holandeses y de los países nórdicos, se protegen cuando viajan con un seguro que les protege de posibles pérdidas en caso de hurto.

La compañías que realizan este tipo de pólizas han detectado en los últimos años que muchos de sus clientes no son ajenos a la picaresca. Poco después de llegar a Eivissa denunciaban la sustracción de valioso material con el que incluso se habían trasladado a la misma playa.

La proliferación de hechos sospechosos de este tipo ha motivado en los últimos años que las aseguradoras se protejan con «listas negras», en las que se incluyen nombres de personas que no pueden contratar determinados tipos de seguros.