P. TUR Las aguas de Eivissa y Formentera ven como cada día se incrementa el número de personas que pierden la vida en ellas, tras fallecer ahogado en la tarde de ayer un ciudadano italiano en la playa de Cala Salada, en el municipio de Sant Antoni. La muerte tuvo lugar cerca de las cuatro de la tarde, cuando Luigi R. se encontraba bañándose en una zona rocosa situada en el margen derecho de la playa. Según varios testimonios recogidos por este periódico en la misma playa, el cuerpo de Luigi R., de 29 años de edad, estuvo flotando en la proximidad de la costa durante algo más de diez minutos, hasta que un bañista se percató de que algo sucedía y arrastró el cuerpo hasta la arena.

Fuentes consultadas por Ultima Hora Ibiza y Formentera señalaron que el ciudadano italiano llegó vivo a la costa, aunque inmediatamente sufrió una crisis cardiaca que provocó su fallecimiento. Al parecer, Luigi R. se encontraba de luna de miel en la isla y fue a la playa de Cala Salada junto a su mujer y uno amigos. El matrimonio estaba pasando sus vacaciones a bordo del barco «Rapsody», fondeado en el puerto de Eivissa.

Los turistas que se encontraban en la playa en el momento de la tragedia prestaron una tímida atención al suceso y la jornada playera continuó con normalidad una vez evacuado el cadáver por una furgoneta de Pompas Fúnebres. Al lugar se desplazó el juez Santiago Pinsach, titular del juzgado número 6 de Eivissa, que se encontraba de guardia en el día de ayer.