Lo que ocurre a bordo del «Constellation» es un verdadero misterio. El yate del príncipe de Qatar está equipado con una tecnología extremadamente avanzada pero hay indicios para pensar que no todo funcionaba a la perfección antes del accidente con el rápido de Balearia. Los datos que ha podido averiguar este periódico al respecto señalan incluso la posibilidad de que hubiera zarpado de su primer puerto, antes de llegar a Balears, con problemas en las baterías de a bordo, pese a que ahora se ha alegado un fallo concreto en una pieza del sistema eléctrico del motor.

El personal del barco esperaba ayer tarde asistencia técnica de un país europeo para realizar nuevas comprobaciones y verificar si existían importantes disfunciones en su instalación. El barco, además, está equipado con un sistema de seguridad propio y personal de confianza del emirato que se encarga de proteger a las personas que van dentro. Su tripulación está compuesta por 23 personas, pero según los datos recogidos por este periódico el contacto con las personas que van a bordo es mínimo. Se da la circunstancia que hay zonas del barco que son desconocidas para los marineros. El barco atracó antes que en Eivissa en Palma, lugar donde al parecer se recogió al séquito de invitados que navegaban desde principios de mes por aguas de Balears después de que éstos llegaran en avión al aeropuerto mallorquín.