El «Pirata» siempre ha negado tener algo que ver con las desapariciones del abogado Ferrer Juan y el alemán Egner.

J.J.MONERRI Un año y medio después de que siga siendo una incógnita el paradero del abogado de Santa Eulària Antonio Ferrer Juan y el vecino de Santa Agnès Thomas Egner, desaparecidos ambas en extrañas circunstancias entre finales de 1997 y principios de 1998, la acusación particular de este caso ha decidido pedir que sus respectivas familias faciliten muestras de ambos que puedan ser identificativas en el caso de que en un futuro aparezca un cadáver sin reconocer.

Estas muestras, a priori fáciles de encontrar en las ropas que dejaron los dos desaparecidos, serán enviadas a un «banco» recientemente creado en España en el que se guardarán todas las muestras que lleguen y que servirá para, mediante la prueba de ADN, descubrir las identidades de los cuerpos que se vayan descubriendo dentro del territorio nacional y que pasado el tiempo no son reclamados.

Las investigaciones que se han realizado hasta la fecha sobre la posible relación de ambas desapariciones con la persona de Juan Torres Serra, el «Pirata», han llegado a un punto muerto sin ningún resultado concluyente pese a que se siguen diligencias en dos juzgados de Eivissa.

Al menos una de las partes personadas en el caso, ante ello, va a intentar que se realicen judicialmente nuevas averiguaciones sobre los indicios surgidos a lo largo del caso y no demostrados en los que se hacía alusión a la hipotética existencia de una red de traficantes de droga ligada de alguna manera a la figura de el «Pirata».

Las iniciativas judiciales que se van a presentar al respecto van a ir encaminadas, entre otros aspectos, a ahondar en este punto buscando testimonios de personas que puedan facilitar información que sirva de punto de partida para conocer si realmente hay una base en la que investigar.