Todos los miembros que han hecho posible la exposición se reunieron ayer por la mañana en el Refectorio para hacer una valoración del trabajo del autor y de los esfuerzos del equipo por difundir y agrupar su obra, en un año en el que se celebra el centenario de su nacimiento y en el que ya se han presentado una decena de muestras.
La consellera de Cultura del Govern balear, Fanny Tur, habló sobre el compromiso de la Consellería por promocionar el trabajo del pintor ibicenco por antonomasia. «Era una obligación hacerlo y es fantástico verlo materializado en un lugar como este, ideal para ello». Del mismo modo, Tur anunció un programa para reagrupar y hacer un inventario del trabajo del autor a través de L'Institut d'Estudis Baleárics para «fomentar las relaciones entre las diferentes islas y recolectar todas aquellas obras que están dispersas, como las que hay en Palma». Algo que no será fácil «porque aunque Ferrer y Guasch era una persona muy metódica el volumen de sus obras es muy grande».
Anteriormente ya se realizó una antología sobre el recorrido de su obra y en esta ocasión la muestra está dedicada a la captación de la luz a través de los blancos y las sombras, materializados por un hombre que, según Pep Tur, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ibiza, «amó mucho nuestra ciudad». Además, el regidor agradeció la labor del Govern en la organización de la muestra y animó «a todos a disfrutarla, ya que siempre es un gozo poder ver toda la obra al conjunto».
Por su parte, el comisario de la exposición, Antoni Torres Martorell, agradeció a la familia del artista por ceder las obras que consideran más importantes y por su apoyo en las tareas de documentación, «sobre todo datos inconclusos, como fechas».
La muestra recoge obras de los últimos 30 años de la obra de Ferrer Guasch, desde los 70 del pasado siglo hasta el año 2000. En la etapa culminante de su obra el autor evoluciona hacia el cubismo, característica que se aprecia en la depuración de líneas y color y la desaparición de elementos superfluos, como las figuras humanas. Aún así, «fue capaz de mostrar Ibiza como nadie y ser el gran embajador de la luz y el color de nuestra isla al mundo».
Etapa postimpresionista en Es Polvorí
Por otro lado, las pinturas que se representan en Es Polvorí tratan sobre su etapa postimpresionista, correspondiente a los años 60, incluyendo una de sus obras más importantes, galardonada por el Círculo de Bellas Artes y que ha sido cedida por el Ayuntamiento de Palma. Así, de los 18 cuadros se ha incluido un Dalt Vila Y es que, según Antoni Torres, «toda casa ibicenca que se precie tiene un cuadro con Dalt Vila como paisaje».
Finalmente, una hija del autor, Neus Ferrer, agradeció al Ayuntamiento de Ibiza que tuviera en cuenta celebrar el centenario del nacimiento de su padre «porque es una fecha muy especial para nosotros».
LA CITA
ELS BLANCS
La muestra, que exhibe una veintena de obras del autor pertenecientes a su última etapa, da comienzo hoy a las 20.00 horas y finalizará el 30 de agosto a las 20.00 horas. Se podrá ver en el antiguo Refectorio del Ayuntamiento de Ibiza (Plaza Espanya, 1).
El pintor de la luz
Vicent Ferrer Guasch nació en Sant Antoni en 1917. A los nueve años ya pintaba sus primeras telas. En 1931 entró en el mundo de la pintura gracias a la mano de su mentor, el pintor ibicenco Narcís Puget. Tras ello, se trasladó a Barcelona donde acaba sus estudios superiores y emprende su carrera como docente. Ya como catedrático, en 1962 se trasladó a Ibiza donde volcó todo su trabajo artístico hasta su muerte en 2008. Recibió
numerosos galardones, entre ellos la Medalla d'Or de la Ciutat d'Eivissa en 2006.
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