Hace tres meses un gran número de residentes desconocía que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo apoya las prospecciones petrolíferas que la empresa Cairn Energy quiere realizar en el Golfo de Valencia, frente a las costas de Eivissa y Formentera. Esta misma página de encuestas mostraba que la información todavía no había calado en la sociedad. Hoy, un recorrido por Vila deja claro que el movimiento que pretende detener este proyecto y que encabeza la Alianza Mar Blava está teniendo una gran repercusión. El triunfo es en gran parte de las redes sociales. Casi todos los encuestados aseguran estar informados a través de facebook. Con o sin desnudos de por medio, la marea de apoyos que desde diferentes rincones del mundo llega bajo lemas como ‘Eivissa Diu No’ ha permitido que la gente de la isla se posicione e involucre en un intento de parar los proyectos de exploración y extracción de hidrocarburos. Aunque cuando la pregunta se dirige hacia las posibilidades de éxito del movimiento la determinación se tambalea. «Los políticos de aquí, cuando haya que votar, harán lo que digan los del Ministerio». Teresa Petit se basa, como ella dice, en la experiencia. «Ya ha pasado más veces antes, ¿o no? Mira sino lo que pasó con el TIL», comenta. Otras personas, como Carol Selas, tratan de ser más positivas recurriendo también a otros ejemplos: «Hay que confiar en los movimientos que vienen de abajo y después de lo que ha pasado en Madrid con la Sanidad se puede tener un poco más de esperanza». En la calle la gente piensa mayoritariamente que «hay que intentarlo», sea cual sea el resultado final. La prueba es que muchos ciudadanos no han dudado en convertirse en activistas por la causa y se suceden, tanto en Eivissa, como en otras ciudades, las manifestaciones en contra de los sondeos. «Mi compañera de trabajo se dedica a ir por los comercios con los papeles de las alegaciones para que la gente firme», comenta Vanesa Bonillo. Ciudadanos anónimos y rostros famosos que también están mostrando su apoyo para proteger a una isla que adoran. Ya se han superado las 30.000 alegaciones, pero el trabajo continúa.