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La gestión de residuos en las Islas Baleares, y en particular en Ibiza, se ha convertido en un problema crónico que requiere una solución definitiva. La acumulación de residuos, la falta de infraestructuras adecuadas y el impacto ambiental hacen que la situación sea insostenible. Ante esta problemática, la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, debe tomar cartas en el asunto y convocar una Conferencia de Presidentes de los consells insulares para alcanzar un acuerdo que permita gestionar los residuos de manera eficiente y sostenible. Con la clausura del vertedero de Ca na Putxa, pues en poco tiempo habrá agotado el espacio disponible, Ibiza se ha quedado sin una solución viable para la eliminación de sus desechos. Durante años, la isla ha dependido de este vertedero, pero su capacidad está al límite, lo que ha llevado a un punto crítico en la gestión de residuos. Se han explorado distintas opciones, entre ellas la construcción de una planta incineradora en la isla. Sin embargo, esta solución encuentra una fuerte oposición por parte de colectivos ecologistas y de la sociedad civil, que considera que la incineración local podría generar más problemas de los que resuelve. La alternativa más viable y sostenible parece ser el traslado de los residuos generados en Ibiza a la incineradora de Son Reus en Mallorca.

Esta planta es una infraestructura que ya está en funcionamiento y tiene capacidad para gestionar una mayor cantidad de residuos. Su modernización en los últimos años le ha permitido optimizar la quema de residuos y generar energía, minimizando así su impacto ambiental.

SOLUCIÓN

La solución más lógica para garantizar una gestión de residuos eficiente y sostenible en Baleares sería que la incineradora de Mallorca reciba y procese los residuos generados no solo en Ibiza, sino también en Formentera y, en un futuro no lejano, en Menorca. De esta manera, se podría establecer un sistema de transporte de residuos interinsular que evite la proliferación de vertederos y garantice una gestión más centralizada y eficaz. Para lograr esta solución, es imprescindible que Marga Prohens lidere una Conferencia de Presidentes de los consells insulares de Baleares. En este foro, los representantes de Ibiza, Formentera, Menorca y Mallorca podrían debatir y consensuar un plan integral para la gestión de residuos en todo el archipiélago.

OBJETIVOS

Los objetivos principales de esta conferencia deberían ser definir una estrategia unificada para el tratamiento de residuos en Baleares que garantice la colaboración interinsular para el traslado y procesamiento de residuos en la incineradora de Son Reus; que asegure la sostenibilidad del sistema, promoviendo también iniciativas de reciclaje y reducción de residuos; y que obtenga el respaldo del Gobierno central y la Unión Europea para financiar parte de la logística necesaria para el traslado de residuos. Hacerlo será positivo por la reducción del impacto ambiental. Al eliminar vertederos locales, se reduciría la contaminación del suelo y del agua en las islas. También se optimizarán recursos, pues en lugar de construir nuevas plantas incineradoras en cada isla, se aprovecharía una infraestructura ya existente. La concentración de la incineración en Son Reus permitiría reducir costes y optimizar el presupuesto destinado a la gestión de residuos. Y finalmente no hay que olvidar que la incineración Son Reus produce energía eléctrica, lo que contribuye a la sostenibilidad del sistema. La crisis de residuos en Ibiza, y en Baleares en general, es un problema que no se puede seguir postergando. Y no hay muchas alternativas viables, de forma que cuando antes se negocie y acuerde todo, mucho mejor. El PP lo apoyará, el PSOE de Ibiza no podrá oponerse (el de Mallorca ya veremos) y únicamente se negará Més per Mallorca. Y aunque ahora Vox diga que no, acabará diciendo que sí cuando se establezcan las compensaciones pertinentes; que aquí todos ya nos conocemos.