Vila celebra el amor con bodas improvisadas en la ‘Capilla blanca’

Uno de los momentos más emotivos fue el de Antonio y Carmen, una pareja que celebraba 55 años de matrimonio y decidió renovar sus votos en la ‘Capilla del amor’. Entre risas y aplausos, Jesús les preguntó: «¿Aceptas que esta maravilla de mujer siga a tu lado otros 55 años más?». La respuesta de Antonio, dubitativo al pensar en duplicar todos esos años, hizo reír a los allí presentes. Y es que su respuesta fue que «bueno, si son unos cuantos años más sí». Carmen también aceptó renovar su compromiso, mientras miraba a su marido con ternura, y con el grito de «¡Viva el amor!», fueron declarados nuevamente casados, para alegría de todos los presentes.

Pero el amor no solo se limitó a las parejas románticas. También hubo espacio para la unión laboral. Maite y Rosa, compañeras de trabajo, decidieron sellar su compromiso laboral con una divertida ceremonia. El particular Elvis Presley le preguntó a Maite si aceptaba que Rosa fuese su «cámara de corazón, la que siempre te saca los mejores planos», a lo que Maite respondió afirmativamente. Ambas fueron declaradas «compañeras laborales y mejores amigas para siempre». Un abrazo final y un baile selló el momento.

Dosis de diversión

La jornada también estuvo marcada por las reacciones de los comerciantes y transeúntes, quienes se unieron al evento con curiosidad. Algunos, como los dependientes del Mercat Nou, comentaban entre risas que, aunque no notaron un aumento inmediato de gente, el evento les había dado una buena dosis de diversión. «Al menos nos estamos riendo y nos entretienen. Así se hace más ameno el día», comentó la dependienta de Carnes March, mientras que otros se animaban a sacarse fotos con los recién casados y disfrutaban de la jornada festiva. «Es una forma diferente de celebrar el amor», decían, mientras observaban a las parejas sellando su cariño en las calles de Vila. En el mismo mercado, el dependiente de Casa Boni salió a fotografiarse con los anfitriones y hasta les ofreció un aperitivo, aunque dejó claro que él ya estaba casado. El espíritu de la jornada se contagió, incluso una mujer irrumpió cantando «¡Hoy es el día de los enamorados!» y en las floristerías notaron el impacto de la festividad, con las rosas agotándose.

Algunos participantes, como una mujer que vio la capilla itinerante, también expresaron su emoción por la iniciativa. «Me encanta, me encanta todo lo que he visto. ¡Y ese traje, increíble!», comentó mientras se mostraba impresionada por la iniciativa.

El recorrido comenzó en el Mercat Nou y continuó hacia Sa Capelleta, pasando por Vía Romana y Avinguda d'Espanya, hasta concluir en la plaza de Sa Graduada. La celebración fue bien recibida por el público, que destacó lo originalidad de la propuesta.