Imagen de archivo de la obra del vial del aeropuerto.

Las largas tramitaciones que ha de llevar a cabo la Administración para poder sacar un proyecto adelante son uno de motivos que explican por qué en la isla de Ibiza quedaron sin adjudicar en 2024 una veintena de obras públicas, según la denuncia formulada por la Asociación de Constructores de la Pimeef este pasado jueves. Así lo han señalado fuentes del Consell d’Eivissa, que han sumado a este factor la inflación, que «se ha disparado en estos últimos años».

«Nunca nos hemos encontrado con un incremento de precios tan acelerado y tan marcado como el que estamos vivienda», han señalado las mismas fuentes, «esto ha provocado que muchos de los proyectos que han salido a licitación hace poco hayan quedado desiertos porque los licitantes no veían que los precios estuvieran ajustados a los precios de mercado».

Esta situación está afectando a toda la obra pública promovida por las administraciones y en toda España. Durante 2024 quedaron desiertas más de 90 adjudicaciones en las Islas por estos motivos. En el caso de la máxima institución insular de Ibiza, se han tenido que volver a sacar a licitación proyectos tan importantes como el de la remodelación de la rotonda de los Cazadores o la reforma de varios pabellones en Sa Coma para la Escuela Oficial de Idiomas.

«Hay que tener en cuenta que los procedimientos administrativos que hay que seguir para licitar obras o proyectos públicos», han explicado desde la institución insular, «pueden demorarse años.

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Especialmente los que son más complejos, como pueden ser las obras en carreteras. Los proyectos han de redactarse, aprobarse inicialmente, pasar un periodo de exposición pública, aprobarse definitivamente y luego licitarse». Tiempo que ahora mismo, con la inflación disparada, provoca desajustes en los presupuestos consignados para este tipo de obras. «Los proyectos que, por ejemplo, comenzaron a redactarse hace dos años quedan con los precios desfasados», han admitido desde la institución insular ibicenca.

Ante esta situación, el Consell está actualizando estos precios de obra púbica para volver a sacar a adjudicación los proyectos, «como es el caso de la rotonda de los Cazadores», que ha pasado de un presupuesto de 5,8 millones de euros a otro de 8,6 millones tras quedar desierta la primera licitación.

En el caso del proyecto de la Escuela Oficial de Idiomas, «este viernes el Consell Executiu ha pasado ya la actualización de precios». Este último proyecto salió a adjudicación con un presupuesto de 6,6 millones de euros el pasado mes de octubre y ahora se ha decidido incrementarlo hasta los 8,5 millones de euros.

La queja

Cabe recordar que la Asociación balear de Constructores denunció este pasado jueves que una veintena de obras públicas sacadas a licitación por las diferentes Administraciones en la isla Ibiza en 2024 quedaron sin adjudicar porque sus presupuestos no se ajustaban a los precios actuales. En total, el volumen económico de estos proyectos que se declararon desiertos fue de 20,7 millones de euros.

«Los precios con los que salieron a adjudicación no eran realistas», expresó Consuelo Antúnez, presidenta de la patronal de los constructores, quien añadió que «y ninguna empresa va a concurrir a una adjudicación sabiendo que trabajará a pérdidas». Antúnez recordó, además, que las empresas que se dedican a la obra pública no suelen compaginar este trabajo con la obra privada. Son empresas «con unas características y unas certificaciones muy concretas» y que, en la actual situación, se están viendo «muy afectadas» por la falta de actualización de los precios por parte de la Administración.
A pesar de que, por ley, los precios de la obra pública han de actualizarse, esto es algo que no está sucediendo. El problema se da en toda España, ha asegurado Consuelo Antúnez, pero se agrava en Ibiza, donde «todo es más caro que en la Península». Por ello, la patronal ha exigido a las Administraciones que cumplan con su obligación de actualizar estos precios. «Tienen que hacerlo», ha insistido la presidenta, «pueden consultar a las asociaciones o a la misma Confederación Nacional de la Construcción. Lo que está claro es que han de actualizar los parámetros con los que trabajan. En los últimos años, los costes se han disparado y las constructoras de obra pública no lo están pasando bien. Se ven muy perjudicadas por esta situación pero, aunque necesiten trabajar, lo que está claro es que no irán a las adjudicaciones si van a trabajar a pérdidas».