Imagen de archivo de una obra en Ibiza.

Las esperas para obtener licencias de obra mayor por parte de los ayuntamientos de Ibiza siguen provocando serios problemas a quienes pretenden realizar una obra, así como a profesionales del sector. Consistorios como Sant Antoni tardan de media unos tres meses en conceder uno de estos permisos, aunque lo habitual es necesitar el doble de tiempo. En municipios como Santa Eulària, se tardan de media unos seis meses a pesar de haberse reducido los plazos, según reconocieron fuentes municipales.

En el caso de Portmany, cabe recordar que el de Sant Antoni llegó a ser el ayuntamiento de la isla de Ibiza que más tiempo invertía en otorgar licencias urbanísticas. Según una encuesta del Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares, un promotor tardaba unos 30 meses en conseguir el permiso para llevar a cabo una obra en el municipio. Sin embargo, el equipo de gobierno de Marcos Serra consiguió dar la vuelta a esta situación, recordando que «cuando se inició la pasada legislatura una de las prioridades era reducir los plazos en la concesión de licencias ya que había una demora de más de dos años».
Según los datos facilitados por el propio Ayuntamiento, los plazos que maneja ahora para la concesión de licencias en suelo rústico, tanto las de nueva construcción, reformas, ampliaciones, legalizaciones o segregaciones, son de apenas tres meses.

En los últimos cinco años, el Ayuntamiento de Sant Antoni ha concedido unas 60 licencias para promociones de edificios plurifamiliares que supondrán más de 900 nuevas viviendas.
También Sant Josep se propuso esta legislatura agilizar plazos puesto que, nada más llegar al Consistorio, el equipo municipal de Vicent Roig se encontró con más de 3.500 expedientes urbanísticos por resolver. Para abordar este problema, fueron incorporadas al Ayuntamiento las figuras del jefe de servicio del departamento y una coordinadora. Por el momento, se está a la espera de conocer los resultados de su labor.

Las valoraciones

La presidenta de la Asociación de Constructores de la Pequeña y Mediana Empresa, Consuelo Antúnez, lamentó que estos plazos afectan y mucho a profesionales y a clientes que se desaniman ante las largas esperas. «A la gente le echa para atrás ese plazo cuando quiere impulsar algún proyecto. En Sant Antoni se ha mejorado algo, imagino que a base de más personal. Son los que realmente lo llevan bien», manifestó.

Antúnez consideró «fundamental» agilizar todos estos trámites «porque hay demasiada burocracia y habría que simplificarlo de alguna manera».

Desde el Colegio de Arquitectos en las Pitiusas, la presidenta Carmen Navas-Parejo recordó que conseguir más agilidad en los plazos es una de las peticiones que suelen realizar a los ayuntamientos, implantando para ello los recursos necesarios con el fin de «desatascar» expedientes.

Según señaló, los promotores son los grandes afectados por los retrasos, pero también a los arquitectos les supone un grave problema en cuanto a organización de trabajo. «Si desde que se pide una licencia hasta que se obtiene pasan años, las necesidades han cambiado y ello comporta una subida considerable de precios o modificados de proyectos. Los clientes, además, no se creen que se tarde tanto en lograr una licencia cuando la normativa dice que los ayuntamientos deben responder en tres meses», explicó la presidenta.

Navas-Parejo recordó que estos permisos pueden tardar incluso años en obtenerse puesto que pueden ser necesarios informes sectoriales que tardan hasta dos años en ser valorados en Mallorca. Si se trata de suelo rústico, habrá también que contar con el beneplácito del Consell. En Formentera, según añadió, no es de extrañar que se tarden hasta cinco años en conseguir una licencia.