Imagen de archivo de sequía en Ibiza.

El Govern convocó este miércoles a representantes de la Alianza por el Agua y a vecinos afectados por la sequía -aglutinados hasta hace unos meses en la Unió per la Defensa de l’Aigua- para dialogar sobre los retos y soluciones relacionados con la gestión hídrica en la isla. En el encuentro participó el conseller del Mar y del Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente, así como Emeterio Moles, gerente de Abaqua.

Según explicó después el Ejecutivo balear, en la reunión se reiteró el    compromiso de abordar de manera prioritaria la situación de Ibiza, avanzando en medidas que aseguren un abastecimiento sostenible y reduzcan la presión sobre los acuíferos. Lafuente resaltó las inversiones «sin precedentes» que lleva a cabo el Govern en esta materia y habló sobre el impacto de los pozos ilegales y la necesidad de intensificar su control.

En este sentido, el conseller explicó que trabajan ya en medidas para reforzar la supervisión y sancionar explotaciones que operen al margen de la normativa. Para ello, progresivamente se instalarán contadores digitales que supervisen estas extracciones: «No podemos permitir que estas prácticas sigan poniendo en riesgo el agua de todos. La normativa hay que cumplirla y se va a controlar a quien supere los límites».

El presidente del Consell, Vicent Marí, destacó también que la falta de agua es un asunto «de máxima preocupación y que nos afecta a todos» y repasó las inversiones que están realizando los ayuntamientos a través de los convenios con el Consell para mejorar la distribución de pluviales en los municipios.

Fuentes del Govern señalaron que el conseller del Mar y del Ciclo del Agua resaltó también el trabajo que se está realizando para modernizar las redes de distribución con el fin de minimizar las fugas y optimizar el sistema actual.

Como portavoz de la Alianza por el Agua, Toni Tur valoró positivamente que en este asunto haya una comunicación con el Govern «y que nuestras reclamaciones se escuchen». Sin embargo, Tur echó en falta plazos concretos para que determinadas acciones sean pronto una realidad.    «Agradecemos la predisposición y las inversiones que se planifican a largo plazo, pero hemos hablado de la situación complicada del recurso hídrico y de la necesidad de medidas a corto plazo, principalmente pensando en el sector primario", relató.

En este sentido, Tur recordó que desde hace meses reclaman el uso de agua desalada durante el invierno y que aumenten los controles con contadores telemáticos. «Se nos dijo que se instalarían 300 y están por colocar», señaló Tur, quien destacó también la importancia de la reutilización del agua, «que al final es lo más importante».

Tur aprovechó para considerar que, al hablar de medidas de control, no debe ser el sector primario el primero en tener que someterse a ellas puesto que existen otras actividades y prácticas no legales que deben ser detectadas con urgencia.

También vecinos del norte de la isla, aglutinados hace meses en la Unió per la Defensa de l’Aigua, lamentaron durante la reunión que los compromisos adquiridos meses atrás todavía no se han cumplido, aunque la situación sigue agravándose. «Se han puesto las pilas gracias a que nos hemos movido», señalaron tras el encuentro.

En este sentido, recordaron que los responsables políticos deben comprometerse a impulsar más acciones y, sobre todo, más a corto plazo. «Hay que ir cerrando proyectos y que no se quede todo en simples palabras. La situación por la falta de agua está peor que nunca», reiteraron.

Uno de estos vecinos expuso durante la reunión que prácticamente la mitad de la población de la isla vive en diseminado y hay también una importante actividad en turismo rural con unas 20.000 plazas. Por tanto, «el problema puede ser mucho mayor de lo que piensan».

Estos vecinos sugirieron a los responsables de la Conselleria la aportación de agua desalada al río de Santa Eulària, una medida «más factible», según consideraron, que aportar agua a la balsa de Sa Rota o a determinados acuíferos.