El presidente del Sindicato Médico Balear (Simebal), Miguel Lázaro, aseguró ayer que, en toda su trayectoria como sindicalista, «nunca había visto la asistencia masiva que ha habido en las asambleas que hemos hecho» para abordar lo que supondrá el estatuto marco que pretende aprobar el Ministerio de Sanidad.
«Eso demuestra la gran preocupación existente y que los médicos saben que con este proyecto se la están jugando porque puede ser un anteproyecto para 20 años», consideró Lázaro.
El presidente también avanzó que la reunión informativa en Ibiza tendrá lugar, en principio, el 20 de febrero. «Lo que hacemos es explicar a los médicos este bodrio que es el estatuto marco, un bodrio de Mónica García porque desde el PSOE nadie ha dicho nada. También les explicamos nuestras propuestas y les convocamos a las concentraciones que habrá el próximo lunes a las 11 en todos los hospitales y centros de salud», avanzó.
Lázaro quiso realizar un llamamiento a toda la ciudadanía en general -también a asociaciones de tipo sanitario- para que se sumen a la concentración en Ibiza puesto que se está hablando de un anteproyecto que, para nada, busca captar, fidelizar y cuidar la salud laboral de los médicos y, al final, toda la sociedad se verá afectada por él en caso de salir adelante.
«Con los problemas que tenemos en las islas, el estatuto marco es una agresión a la sanidad pública. Discrimina mucho al colectivo médico porque está hecho contra ellos, pero sin contar con ellos», reiteró.
El día 13 está prevista también una gran concentración en Madrid con todos los sindicatos médicos para protestar frente al Ministerio de Sanidad.
«En estos días no ha habido avances, sólo algún pequeño maquillaje con el tema de las incompatibilidades. Eso sí, el estatuto marco ha conseguido algo que parecía difícil: la unión de todos los sindicatos y el rechazo total de la profesión», concluyó.
Nada más conocer las intenciones de la ministra, Lázaro ya advirtió que, de no reconocerse la singularidad del colectivo, van a plantearse acciones de protesta al existir un verdadero y unánime rechazo al estatuto marco.
Tras una reunión con la ministra, reiteró que van a exigir un estatuto propio del médico que recoja sus singularidades ya que «no puede ser que en un Gobierno progresista se defienda trabajar 35 horas a la semana y los médicos hagamos 48 horas. No estamos dispuestos a ser los esclavos del siglo XXI».
Consellera
La consellera de Salud, Manuela García, también aseguró ayer que el anteproyecto de reforma del estatuto marco de la profesión médica propuesto por el Ministerio de Sanidad es «un retroceso en derechos» y un «desprecio» hacia este colectivo profesional.
García, durante la sesión del Parlament, afirmó que la ministra de Sanidad, Mónica García, ha conseguido «una proeza», porque, a su juicio, ha puesto de acuerdo a todo el colectivo médico para mostrar su rechazo al anteproyecto.
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