Imágenes del Río de Santa Eulària en la zona del Pont Vell. | Carlos Lucas Cardona

El río de Santa Eulària es el único río reconocido como tal de todo Baleares. Pese a que, por la explotación de los acuíferos, este término no se extienda mucho más allá de la toponimia, ya que hace años que no porta agua de manera permanente, lo cual caracteriza a los ríos frente a los torrentes, no deja de ser significativo. Sin embargo, en estos días de lluvias de invierno, su desembocadura sí que ve caer agua de manera frecuente. Sin embargo, la imagen que deja a todo aquel que se acerque a la zona se aleja de la imagen idílica de una pequeña cascada aportando agua al río.

Ribera

En la zona de la desembocadura, junto al Pont Vell, el agua está completamente estancada, dejando una imagen poco bonita a la vista y unos olores propios de este tipo de agua sin movimiento. Basta con recorrer el paseo que acompaña al río por esta zona y dirigir la mirada hacia el cauce para ver como la fauna que vive en esa zona -mayoritariamente patos- convive con el fango y el lodazal que se forma. A duras penas pueden desplazarse pasada la zona contigua a la desembocadura.

Un vecino quejoso con la situación.

El motivo es la acumulación de algas que se produce en la zona. En el río de Santa Eulària, en la parte baja, el mar se adentra en su ribera unos 500 metros, proporcionando un paisaje similar al que tendría un río caudaloso. Esto hace que cuando la corriente marina apunta hacia el interior la posidonia marina muerta llegue hasta la ribera y se quede en forma de algas.

Esta acumulación de algas y arena es lo que provoca que la agua no pueda renovarse y se estanque, provocando los malos olores y dejando esa imagen tan llamativa a simple vista de suciedad y falta de mantenimiento.

Vecinos

Quienes pasean por la zona de manera frecuente parecen ser los más disconformes con la situación en la que se encuentra el río. Primitivo, un hombre que pasea por ahí a su perro de manera habitual, es uno de ellos, y muy crítico: «el paseo está bien, pero en el río no hay más que porquería y huele muy mal». En este sentido, apunta que hay gente de los alrededores que tira las aguas residuales en el río «porque cuando llueve es cuando peor huele».

Francisco y Juan son otros dos vecinos, también muy críticos con la situación del río. El primero de ellos habla de la falta de mantenimiento del río y señala a este rotativo lo que parece ser una chabola, instalada junto al caudal, del que se puede observar la parte superior. El segundo de ellos apunta también a ese posible vertido de aguas negras, señalando que «muchas veces puede verse espuma en el cauce del río y eso no es natural».

La institución que se encarga del mantenimiento y limpieza del río es el Ayuntamiento de Santa Eulària. Al ser preguntados por el tema, explicaron a Periódico de Ibiza y Formentera que generalmente se realizan dos limpiezas al año «una por estas fechas y otra antes del inicio de la temporada turística». Sobre por qué está especialmente sucio, desde el Consistorio aseguraron que la limpieza prevista para principios de año se ha visto demorada porque «la empresa que ejecuta los trabajos de limpieza y dragado está a la espera de disponer de la maquinaria adecuada». Añadieron que «la fauna que habita en este espacio hace que la suciedad sea más acusada».

Sobre la posibilidad de realizar limpiezas extraordinarias por ese exceso de suciedad, afirmaron que sí se realizan «en función de las necesidades». En este sentido aludieron al nuevo servicio de recogida de residuos y limpieza viaria, en el que se han incluido estas actuaciones dentro del contrato. Este nuevo contrato se adjudicó en el pleno del Ayuntamiento de Santa Eulària el pasado junio a la empresa Valoriza.