El mercado ha iniciado este lunes su nueva vida en el bulevar Abel Matutes. | Arguiñe Escandón

El Mercat Pagès abrió sus puertas este lunes por primera vez en el pasaje del bulevar Abel Matutes de Vila. Ubicado desde hace 34 años en un solar de la calle Vicent Serra, el traslado a este nuevo espacio había generado cierta preocupación. Con los años, este mercado ha ido perdiendo paradas y ahora mismo solo queda una doble, gestionada por la familia Planells, de can Murtera. Pero este traslado ha tenido como primera consecuencia que varios agricultores y dos cooperativas agrícolas hayan mostrado ya interés en poder instalarse en esta zona. Algo que el concejal de Comercio, Álex Minchiotti, ha valorado muy positivamente: «Esto es el embrión del futuro mercado pagès, que estaba en mínimos».

Minchiotti ha explicado que con esta apertura no solo se consigue mejorar la actividad de los paradistas de can Murtera sino que, además, «se dinamiza el pasaje, que estaba denigrado por los botellones». El solar en el que se encontraba anteriormente ha sido cedido por el Consistorio al Ibavi para la construcción de viviendas de protección oficial. Y en este nuevo espacio, en estos momentos, ya se baraja, incluso, la posible celebración de ferias relacionadas con el mundo rural: «Hay que salvar el Mercat Pagès. Estamos hablando de, incluso, hacer ferias monográficas sobre el campo y también de maquinaria y herramientas. Es un proyecto a medio y largo plazo para revitalizar en Ibiza el mundo rural».

Satisfecho se ha mostrado también José María Planells, de can Murtera. Hijo y nieto de payeses, este lunes ha sido, junto a su madre, el encargado de levantar la persiana en esta nueva ubicación. «Ha ido bien este primer día», ha explicado en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, «ha sido la novedad. Mucha gente ha visto estos días la caseta cerrada pero no sabían qué era. Y han venido al ver que estaba abierta y han comprado. Ademas, han venido también los clientes que teníamos en la otra ubicación. Hemos tenido más o menos las mismas ventas que siempre pero la perspectiva es que la cosa vaya mejor».

Planells ha explicado que en el solar de Vicent Serra estaban «muy encerrados» y que esto había provocado que, paulatinamente, los compradores dejaran de ir. Ahora, en este pasaje, el trasiego de gente es constante porque «está cerca del CETIS, hay colegios y el aparcamiento disuasorio».

El Ayuntamiento puso sobre la mesa esta ubicación y otra en el parque de la Paz. La segunda fue descartada por la cercanía del Mercat Nou y ha bastado un primer día de actividad para constatar que se tomó la decisión adecuada. La posibilidad de que el mercado ahora vaya creciendo es observada con optimismo por Planells, que ha señalado que «hay cinco o seis pagesos interesados, además de alguna cooperativa». «Cuantos más seamos», ha añadido, «será mejor. Pero es el Ayuntamiento al final el que decide». No obstante, ha dejado claro que el crecimiento del Mercat Pagès es hoy «muy factible». «El sitio está muy bonito», ha señalado, «y, en Ibiza, si tú ofreces producto de calidad, tiene salida. Además, nosotros somos pagesos que vendemos directamente al cliente, sin intermediarios, y eso hace que podamos ofrecer unos precios algo más bajos». Sobre el futuro del mundo rural ibicenco, finalmente, José María Planells ha explicado con una gran sonrisa que él es hijo y nieto bisnieto de agricultores y que, de momento, todo indica que habrá «una quinta generación» al frente de esta parada y de la frutería que tiene la familia en la calle Abad y Lasierra: «Mi hijo tiene 15 años y ya da señales de que le interesa».