Los precios de los pisos del antiguo edificio okupa de es Viver se han duplicado en dos años. | M. J. R.

Las rescisiones de contratos a personas que pagan una reserva para adquirir una vivienda pueden ser más habituales de lo que se pueda pensar. Se trata de una práctica legal que siempre dependerá del tipo de acuerdo suscrito entre las partes.

Juan Carlos Rodríguez, abogado experto en estos temas, explicó que un contrato de estas características puede rescindirse pagando una penalización. «El vendedor tiene maneras de huir del contrato asumiendo penalizaciones», apostilló.

Según añadió, incluso la parte vendedora puede rescindir el contrato dependiendo del tipo de contrato de arras firmado, devolviendo el depósito por duplicado sin son penitenciales o devolviendo el depósito, más daños y perjuicios, si son confirmatorias.

También el letrado Joan Cerdà confirmó que no es la primera vez que asesoran a clientes a quienes les ha sucedido algo similar. Según señaló, no es descabellado pensar que una persona afectada tuviera un contrato de reserva, y no de compra, aunque así lo creyera. Según dijo, estas rescisiones de contrato son una práctica bastante habitual que pueden provocar más de un disgusto a posibles compradores.

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«A priori es legal porque no es una compraventa sino que es un contrato de reserva», insistió.
El letrado explicó que en su oficina han llegado a denunciar un caso ocurrido en Santa Eulària, llegando a pedir al juez que anulara una cláusula que posibilitaría la rescisión del contrato de reserva. En este caso concreto se estipulaba que, pasado un tiempo, se podía anular el acuerdo y precisamente ese plazo dependía del promotor quien, a propósito, podía ralentizar la obtención de las licencias necesarias.

Desde el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Baleares señalaron, por su parte, que esta posible rescisión de un contrato siempre dependerá del tipo de acuerdo que exista entre un cliente y la promotora. En este sentido, recordaron que últimamente se han producido muchas ventas sobre planos, aunque tras el Covid aumentaron enormemente los costes de construcción y muchos promotores llegaron a acuerdos con clientes para devolverles el dinero, incluso sin penalizaciones en algunas ocasiones.

En la Asociación de Inmobiliarias de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera descartaron que esto sea una práctica habitual entre las empresas del sector y, una vez se firma un contrato de reserva o compraventa, en principio las partes deberían estar obligadas a cumplirlo. Una vez más, todo dependerá del tipo de contrato suscrito. En este caso, recomendaron a los afectados asesorarse legalmente para ver qué pasos pueden dar.

Cabe recordar que este rotativo publicó el caso de un ático en el antiguo edificio okupa de es Viver que actualmente se vende por más de 800.000 euros cuando hace dos años el precio máximo que se ofrecía por esta misma vivienda era de algo más de 400.000 euros. Así lo relataron afectados que contactaron con Periódico de Ibiza y Formentera al ver publicada la noticia en este rotativo de que salían a la venta estos pisos. A estas personas les resolvieron el contrato de compraventa que suscribieron en 2022 alegando la promotora que los precios de los materiales habían subido mucho y que, por tanto, se veían «obligados a desistir» de los contratos depósito. Hay al menos seis familias que no aceptaron la rescisión de contrato y parte de estas personas están preparando acciones judiciales, pues en los dos años que pasaron desde el contrato depósito hasta ahora el precio del mercado ha subido y han perdido oportunidades de mirar otras opciones.