Cuando esto sucede, informan, el Área de Salud incorpora un nuevo equipo para poder atender este incremento de capacidad. Este refuerzo consiste en la incorporación de un médico, un enfermero y otro coche más para los desplazamientos a domicilio. «Normalmente llegamos hasta 21 camas porque solemos dejar siempre una o dos camas libres por si un usuario hospitalizado en Can Misses, que está a punto de fallecer, quiere hacerlo en su casa», destaca la médica de la UHD Paula Martínez.
Una petición que, según esta facultativa, se suele realizar con frecuencia por parte de estos pacientes terminales. «Hace pocos días tuvimos a dos personas que quisieron fallecer en su vivienda», agrega. En este sentido, subraya que esta unidad fue «imprescindible» durante la pandemia porque este servicio ingresó en la UHD a aquellos usuarios que no sufrieron covid para poder dejar el espacio hospitalario a las personas que sí estaban padeciendo esta patología», señala, resaltando que pudieron acometer este trabajo gracias a un refuerzo sanitario.
Respecto a los recursos sanitarios actuales, añade que esta unidad está formada por dos médicos, cinco enfermeras fijas y una auxiliar, aunque también cuentan con sanitarias que se encargan de cubrir las vacaciones. Es el caso de la enfermera Christine Joy de Villa, quien la acompaña en este primer turno de la mañana.
Necesidades
«Ahora mismo cubrimos todas las necesidades asistenciales, pero es verdad que siempre estaría bien seguir ampliando más camas porque esta atención facilita mucho la vida a los pacientes», manifiesta, mientras explica el funcionamiento y el trabajo diario del servicio: «Normalmente tres coches se desplazan cada día y nos dividimos los pacientes en función del trabajo y de la ubicación. Empezamos a las ocho de la mañana, pero hasta las nueve y media no solemos trasladarnos a los domicilios porque primero tenemos que reunirnos para hablar sobre los usuarios y para revisar las interconsultas de pacientes nuevos con la intención de valorar a estas personas», afirma.
Al respecto subraya que, una vez ya tienen preparados los tratamientos y fármacos, se desplazan a los domicilios. En relación al contacto de esta unidad con los propios pacientes de Can Misses, esta profesional indica que tanto los facultativos de Urgencias, como los profesionales de los servicios médicos de planta y desde los centros de salud, así como desde el SUAP y el 061, pueden contactar con la UHD para que la unidad valore al paciente pendiente de ingreso – que no quiere ser hospitalizado en Can Misses – por si cumple los requisitos de poder hacerlo en su domicilio. Una vez son ingresados en la UHD, Paula Martínez resalta que la media de estancia en la unidad es de 12 días. «Ahora, por ejemplo, no estamos llenos y cuando valoramos las interconsultas de pacientes nuevos, vamos hospitalizando. A medida que vamos dando el alta, podemos seguir realizando ingresos», añade, mientras explica que existe una lista de espera para ingresar en la unidad.
Respecto a los beneficios que supone para los usuarios y las familias este servicio, esta profesional destaca que para la familia del paciente es mucho más cómodo poder estar en casa junto al familiar, especialmente de noche. «Luego con los pacientes es muy gratificante el feedback que recibes. Además, los conoces de otra manera más familiar por el hecho de desplazarte a su casa, incluso les cambia la cara cuando ingresan en la UHD», afirma.
Además, indica, estos pacientes no están tan expuestos a las infecciones y gérmenes como los usuarios ingresados en los hospitales. Por su parte, desde Asef informaron de que en el último año se registraron más de 6.700 estancias, que equivaldría a unas 18 camas de hospitalización convencional ocupadas todo el año.
Respecto a los ingresos anuales por servicios de procedencia, en total 477, cerca del 30 % proceden del Servicio de Urgencias y un 20 % del Servicio de Medicina interna.
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