La médica de la Unidad de Hospitalización a Domicilio Paula Martínez, la enfermera Christine Joy de Villa y la paciente Sheila junto a su marido Pep. | ASEF

Mientras la paciente Sheila de 81 años está conectada a una bomba de infusión intravenosa, que se encarga de administrarle la medicación programada, su pareja Pep asiente mientras la médica Paula Martínez le recuerda el tiempo de funcionamiento del dispositivo con un tono de cierta confianza. Esto es debido a que este hombre se ha convertido en un sanitario más desde que su mujer ingresara en la Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHD) de Can Misses. «Pep luego sabe salinizar la vía venosa», destaca esta profesional, explicando que con Sheila han utilizado un tratamiento de compresión porque tenía las piernas con muchas heridas.

«Hoy no le toca cura. El tratamiento ha ido muy bien y ahora sólo falta por curar una herida», afirma e indica que se desplazan hasta el domicilio de Sheila y Pep, en Ses Païsses, tres días a la semana. «Me siento muy cuidada y querida por ellas», destaca esta paciente – que lleva 55 años en Ibiza – refiriéndose a esta facultativa y la enfermera Christine Joy de Villa.

«Sheila necesitaba un tratamiento endovenoso y al principio necesitó mucho trabajo de curas, pero ha mejorado bastante», afirma Paula Martínez e indica que, a veces, cuando están ingresados por un motivo concreto en la UHD pueden surgir otras patologías durante el proceso que también atienden en la vivienda. En el caso de Sheila tuvo durante su ingreso una insuficiencia cardíaca y una pequeña anemia. «Todos los usuarios tienen un teléfono de contacto al que pueden llamar desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche», añade la facultativa, destacando que hay pacientes atendidos en su domicilio que llevan más tiempo ingresados en esta unidad que Sheila.


Recuperación

Es el caso del vecino Vicent, un hombre que tiene una lesión medular con una úlcera compleja al que visitan todos los días entre semana. Este residente, que tiene un gran sentido del humor, se centra ante todo en su recuperación y en encontrar la solución a la enfermedad, dejando atrás los síntomas vinculados a esta patología.

«Cuando fuimos a Can Misses pensábamos que la solución llegaría en cuestión de pocos meses, pero no ha sido así», precisa, mientras adelanta que seguramente tenga que pasar por quirófano e ir a operarse a un hospital de Barcelona porque en Ibiza no hay un equipo multidisciplinar responsable de la Unidad de Lesionados Medulares.

Una vez los pacientes son ingresados en la Unidad de Hospitaliación a Domicilio, la media de estancia en este servicio es de 12 días.
Foto: Alejandro Mellon
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No obstante, aclara que la UHD de Can Misses ha sido parte de la solución porque esta unidad le ha permitido controlar el problema, incluso les agradece no haber sufrido una sepsis porque, según indica, si la infección hubiese pasado a la sangre las consecuencias hubiesen sido terribles. «Sin esta unidad no sé dónde estaría ahora porque han sido meses muy difíciles y complicados», destaca emocionado este paciente junto a su madre, quien miraba a su hijo con admiración. Vicent, según destacan las profesionales, es el paciente más antiguo de UHD, ya que lleva ingresado desde enero, aunque él mismo destaca que muchas veces se olvida, incluso, de que está hospitalizado. «Si esta unidad fuese como El Hormiguero yo ya tendría mi tarjeta Platino porque soy el más veterano de la UHD ahora mismo», destaca este vecino risueño de Sant Antoni.

«La verdad es que jamás pensé que estaría tanto tiempo así. Sin embargo, estar ingresado en mi domicilio acompañado de mi gente ha sido una ayuda psicológica porque estar 10 meses en un hospital supone una gran carga emocional. Además, el trato que recibes de los sanitarios es muy personal y humano», afirma Vicent, haciendo hincapié en que esta unidad está pensada especialmente para garantizar el bienestar del paciente.


Ventajas

En este sentido, destaca entre las ventajas de estar ingresado en el domicilio la comodidad de estar en casa con tu familia, la intimidad, el descanso y el poder comer comida casera.

Unas ventajas que ofrece la UHD que, según Vicent, desconocía porque no era conscientes de que este servicio existiera en Can Misses. «En un principio no imaginaba cómo podría ser el funcionamiento de la unidad; cómo alguien puede estar ingresado y poder estar en su vivienda», afirma, mientras la facultativa Paula Martínez asiente, reconociendo que muchos pacientes de Ibiza desconocen que existe la unidad y se sorprenden cuando descubren este servicio pese a cumplir 25 años en el Área de Salud de Ibiza y Formentera. Al respecto, esta médica informa de que la UHD de Can Misses fue la primera de Baleares hace ya un cuarto de siglo.

«Además, este servicio es positivo para Can Misses porque les ayudas a liberar camas en el hospital para otros pacientes que no reúnen el perfil», añade Vicent. En esta línea, y al preguntarle a Paula Martínez sobre los requisitos que debe cumplir un usuario para poder estar ingresado en esta unidad, la profesional destaca que los pacientes tienen que tener criterio de ingreso.

«Nosotros atendemos tanto a jóvenes como a personas mayores y, en relación a las enfermedades, atendemos neumonías, insuficiencias cardíacas, diverticulitis, infecciones de heridas quirúrgicas, curas complejas…», precisa, destacando que el propio paciente tiene que querer estar en casa porque es algo opcional, no obligatorio. Asimismo, subraya que el usuario tiene que estar estable y, en el caso de que sea una persona mayor o menos autónoma, tiene que convivir con algún familiar o cuidador que le ofrezca apoyo.