Un vendedor en ses Salines este sábado. | Toni Planells

Si alguien se pensaba que el final de la temporada turística en Ibiza traía consigo el final de la venta ambulante estaba muy equivocado. Y es que tras la alerta naranja que se vivió la jornada de este sábado en Ibiza y Formentera, este domingo ha amanecido bien soleado y con temperaturas cálidas, que invitaban a pasear por las playas o sentarse en una terraza al sol a tomar algo.

Con el final de la temporada turística, muchos son quienes se adentran en playas que en pleno verano están llenas de turistas y que, por tanto, en las que es difícil encontrar sitio. Es el caso de ses Salines, donde los pocos turistas que hay ahora en Ibiza y algunos residentes se acercaron este domingo a disfrutar de la calidez tras la tormenta del sábado.

Muchos no salieron de su asombro al comprobar que todavía hay vendedores ambulantes ofreciendo todo tipo de productos en la playa en sus habituales paseos por la orilla. Una estampa habitual del verano que, según ha comprobado Periódico de Ibiza y Formentera este sábado, también se puede ver en noviembre.