En otro punto de la zona se encontraba otro grupo de agentes que se encargaba, especialmente, del tráfico y de los estacionamientos antirreglamentarios. En este sentido, el jefe de la Policía Local de Sant Josep, José Antonio Granados, que este sábado iba de paisano junto al agente Cristian Morales, indicó que este fin de semana prevén más de 40 actas, incluso hizo una comparativa con las actuaciones en el municipio de Torrejón de Ardoz, en Madrid, donde se interpusieron 185 denuncias en todo un año, mientras que, según indicó Granados, sólo la unidad de Seguridad Ciudadana de la Policía Local de Sant Josep levanta 300 actas en un año.
En esta misma línea, también subrayó que cuesta tramitar estas denuncias porque primero hay que enviar la droga a Sanidad para que se analice y se destruya, y después se efectúa el trámite de la denuncia. «Este año queremos gestionar las denuncias sobre drogas en el extranjero; lo positivo de la situación es que estos trámites prescriben en un año», destacó José Antonio Granados. En este sentido, explicó el modus operandi de los agentes cuando hay indicios de posesión de droga en torno a varios grupos de turistas. «Cuando se captan a estas personas, venimos aquí con ellos – también para salvaguardar su imagen – y les decimos en un primer momento que se quiten los zapatos y los calcetines», precisó. Al preguntarle por esta captación de personas, Granados explicó que suelen buscar un perfil o una reacción significativa. «Cuando hay mucha gente, tienes que filtrar más», agregó, puntualizando que si requisan, por ejemplo, más de ocho gramos de cocaína la persona que llevaba esta sustancia es detenida.
En el caso de que sean cantidades pequeñas, subrayó, se denuncia la infracción, se identifica a la persona, se le requisa la droga y ya puede continuar con su camino. También señaló que han aumentado las mujeres que portan las sustancias encima porque los hombres consumidores son conscientes de que hay menos mujeres policías, y es una manera de evitar estos controles.
20 efectivos
Controles y registros periódicos que, según Granados, deberían poder contar siempre con una veintena de efectivos. «La Ley de coordinación de las policías establece que debería haber 1,5 policías por cada mil habitantes. Si, por ejemplo, una discoteca tiene un aforo de miles de personas, tendría que haber más de 10 efectivos y es frecuente que sólo haya seis agentes. Incluso hemos tenido años con tan sólo una patrulla; era una locura», lamentó. Por su parte, el agente Cristian Morales subrayó que la denuncia se tramita también en función de la cantidad y la pureza de la droga, que se analiza en el laboratorio.
Más de 600 euros de multa
«Las multas oscilan desde los 601 euros para arriba», añadió. Asimismo, José Antonio Granados agregó que el último cierre de esta temporada turística se realizará este martes. No obstante, manifestó que este año no activarán un dispositivo en esta zona de Sant Josep porque estará operando el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil. Ese día, la Policía Local de Sant Josep se encargará de que los asistentes «no confluyan con los alumnos que se dirigen al colegio».
En esta misma línea, el jefe de la Policía Local de Sant Josep lamentó que tras estos cierres prevén la celebración de varias fiestas tanto legales como ilegales en villas en la isla. Estos festejos, según los agentes, suponen el mayor grueso de los avisos procedentes de los vecinos. «Los vecinos llaman, incluso, antes de que se lleve a cabo estas celebraciones, ya sea porque observan a varias personas en la calle o un par de furgonetas negras. Las llamadas de ruido procedentes de viviendas son de los avisos que más registramos, además de los avisos por estacionamiento antirreglamentario y por motivos de seguridad ciudadana», destacaron e indicaron, además, que han aumentado en Sant Josep las infracciones administrativas.