Un momento durante la reunión en el Casal de Igualtat. | Arguiñe Escandón

El Ayuntamiento de Ibiza ha puesto en marcha este martes el proceso de consulta ciudadana relacionado con la elaboración de la conocida como Agenda Urbana Ibiza 2030. Un documento que debe recoger las propuestas de desarrollo de la ciudad de aquí a dentro de seis años pero que, además, contendrá las que realicen los ciudadanos en este proceso de participación. Así lo ha señalado el concejal de Proyectos y Fondos Europeos, Rubén Sousa, quien ha coordinado la primera mesa celebrada con este objetivo y que ha tenido como ejes la movilidad, el medio ambiente y el territorio.

Sousa ha explicado que este proceso de participación se basará en los propios proyectos contemplados en el programa electoral del Gobierno municipal pero también en aquellos que puedan presentar los propios ciudadanos a través de los colegios profesionales, entidades y asociaciones invitados a formar parte de estas mesas. En este sentido, el edil ha recordado que la Agenda Urbana Ibiza 2030 es «un proyecto de ciudad para seis años» en el que es «muy importante» que los residentes en Vila se pronuncien sobre «la ciudad que quieren».

Una vez recogidas estas aportaciones, se analizarán y se decidirá cuáles de ellas se incorporan a una agenda que para su desarrollo necesitará de la financiación de la UE. De ahí que el proceso de participación sea indispensable, pues se trata de un requisito impuesto por la unión para poder acceder a sus fondos. Las prioridades serán, ha indicado Rubén Sousa, «todo lo que sea bueno para la ciudad». Y ha puesto como ejemplo proyectos como el de la modernización de todos los parques de Vila, la promoción de la movilidad eléctrica o el asegurar «el acceso a una vivienda digna».

Sousa, por otro lado, ha negado que la Agenda Urbana Ibiza 2030 tenga algo que ver con la controvertida Agenda 2030 de las Naciones Unidas. El edil ha aceptado, no obstante, que «si acaso, se puede asimilar al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11» de los 17 que tiene la agenda de la ONU. Y es que realmente esta agenda urbana ibicenca cumple todos los parámetros de ese ODS que tiene como finalidad «lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles», según recoge la ONU en su página web. Para ello, la ONU propone como «retos más urgentes» que afrontar «la desigualdad y los niveles de consumo urbano de energía y de contaminación». Y plantea metas a alcanzar hasta 2030 como «el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados», «sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles», «la capacidad para la gestión y planificación participativas, integradas y sostenibles de los asentamientos humanos en todos los países», la protección del patrimonio cultural y natural o «el acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles».