Los hechos se remontan al año 2019, ente septiembre y noviembre, cuando el hombre cuidaba al menor, de siete años en ese momento. Según el escrito de Fiscalía, el acusado tomó en varias ocasiones la mano del niño y la restregó contra sus propias nalgas.
Según el Ministerio Público, los hechos son constitutivos de un delito continuado de abuso sexual sobre un menor de 16 años. Por ello, pide para el individuo una pena de cuatro años de prisión, la prohibición de comunicarse con la víctima en un periodo de ocho años y una indemnización de 3.000 euros por daños psicológicos. Además de la medida de libertad vigilada por un plazo de ocho años y la prohibición de desempeñar cualquier profesión que implique contacto con menores.
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