Ante las notas de prensa publicadas los últimos días por parte del personal del HRA Cas Serres en relación con la falta de sustituciones, y por parte del Consell, que señala que «ninguno de los sindicatos con representación entre los trabajadores de Cas Serres asume la autoría de esas acusaciones», desde UGT queremos aclarar que en efecto dichas publicaciones las ha hecho el personal afectado, pero que lo que desde el Consell se califica como acusaciones no son más que la realidad que viven a diario los trabajadores, falta de personal cada día en una o en varias plantas; auxiliares, enfermaría, celadores, cocina, que provoca que deban asumir el trabajo del personal no sustituido. Una realidad que como sindicato conocemos y compartimos, ya que dichas ausencias son trasladadas diariamente por el personal al sindicato, que a su vez las trasladamos periódicamente a Recursos Humanos.

Nos consta que desde Recursos humanos se hace todo lo posible para llevar a cabo las contrataciones, pero visto lo visto, o bien no es suficiente para evitar la falta de cobertura de ausencias que se repiten a diario, o bien desde el hospital no se reclaman dichas contrataciones, ya que los responsables del centro consideran que, aunque no se cubran, es suficiente con el personal existente.

Es cierto que últimamente ante la gran incidencia de ausencias, se realizan contrataciones para tratar de paliar una problemática que habrá que analizar en mayor profundidad, pero este esfuerzo se traduce en contrataciones de corta duración para suplir estas ausencias, que en muchas ocasiones no pueden paliar circunstancias sobrevenidas y que en la mayoría de casos, no solucionan el problema estructural, debido a una falta de planificación existente. Estas contrataciones son poco atractivas para el personal cualificado existente en el mercado laboral, lo que implica un descenso evidente en la calidad del servicio prestado a los usuarios de Cas Serres.

El acuerdo al que llegó el Comité de Empresa con el Consell d’Eivissa para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores supondrá un complemento de productividad que va a implicar un aumento en la nómina de los trabajadores de planta de Cas Serres, la implantación de la jornada de 35 horas, y el compromiso de sustituir todas las ausencias que se produzcan, que es lo que el personal percibe a diario que no se está cumpliendo.

Por ello entendemos que hay una serie de cuestiones a las que hay que poner solución si se quiere acabar con esta problemática, por un lado, acabar con la política de no sustituir que desde hace unos dos años, con el cambio de normativa en materia de contratación laboral y de los responsables del centro, dirección y coordinación de enfermería, se comenzó a practicar en el centro, de manera coyuntural durante unas navidades por falta de personal en las bolsas, y que se ha mantenido desde entonces, ya que resulta más fácil y barato no contratar y que el personal existente asuma el trabajo, algo que desde UGT siempre hemos denunciado pues supone una sobrecarga de trabajo inasumible en el personal que acaba aumentando las tasas de bajas por incapacidad temporal y agravando el problema del absentismo.

Por otro lado, en cuanto al aumento de plantilla, es cierto que con la pandemia se tuvo que aumentar, y que ha bajado el número de pacientes, pero también lo es que ha aumentado notablemente su complejidad clínica los últimos años, y que el personal sigue siendo el mismo por turno y planta, o en cocina, donde aunque haya ahora una coordinadora y una dietista, no cocinan, por lo que el personal que debe sacar el trabajo es el mismo, o debería serlo, ya que la falta de sustituciones hace que ahora se deba trabajar a diario con menos personal. Así, la mayoría de plazas a las que se refiere el Consell son las que han pasado de plantilla temporal a estructural con la estabilización, se han transformado, pero no se han creado nuevas.

Por último, lo que no se puede pretender es que haya personal disponible en las bolsas, máxime en el mes de agosto, cuando no se ha cuidado al personal y se ha acabado marchando a otras administraciones o a la empresa privada, huyendo de una contratación precaria, de que no haya ninguna garantía de poder disfrutar de cualquier permiso o vacaciones, de tener que asumir el trabajo de otros compañeros periódicamente, o cuando en otras administraciones -que son competencia directa en materia de contratación de personal- se trabajan menos horas y desde julio se cobra un plus de difícil cobertura de 200 a 500 euros mensuales.

En conclusión, la falta de personal, tanto de personal sanitario como de servicios, se está produciendo a diario, siendo la norma general cuando debería ser algo excepcional. Por ello se hace necesario un cambio de dinámica en el centro, tomando las medidas necesarias para cubrir todas las ausencias que se produzcan, teniendo en cuenta que con el cambio de normativa en la contratación laboral y la limitación a la contratación temporal se deben llevar a cabo las contrataciones de personal fijo o fijo discontinuo necesarias para reducir al mínimo la contratación temporal, dando pasos en conseguir que el personal quiera permanecer trabajando en el centro, y no lo contrario