Sucesión de violentos accidentes

Más madera. Brutal impacto y fuga. La madrugada del viernes los vecinos de la calle Ramón y Cajal de Sant Antoni se sobresaltaron con la temeridad al volante de un conductor que acabó empotrado contra un árbol después de causar destrozos varios con su errática conducción. El sujeto se dio a la fuga dejando el deportivo abandonado a su suerte.

Cafres al volante. La serie de peligros al volante también incluye al conductor de un coche que la noche del miércoles protagonizó un episodio que acabó con su turismo dando vueltas de campana tras chocar con otro. Todo arrancó poco antes con un intercambio de palabras gruesas entre el protagonista y otro conductor.

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Aguas peligrosas por carabelas y calaveras

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Carga pérdida. El acceso a Vila por la avenida Sant Joan quedó cortado el miércoles después de un estrepitoso accidente. Un camión perdió la carga que transportaba. Decenas de cajas de botellas de agua quedaron esparcidas sobre el asfalto. Un drama para los tiempos que corren.

Raterilla. La acción de un ciudadano justo y un agente fuera de servicio desembocaron en la detención de una amante de lo ajeno en Vila. La joven, de 36 años, sustrajo la mochila a una turista a la que poco después reclamó un dinero para devolverle los efectos. El botín: un ordenador portátil, un cargador y unas gafas de sol fue localizado junto a un árbol.

Película. El silencio de los corderos (1991), de Jonathan Demme.