Imagen de archivo de los Juzgados de Ibiza. | R.I.

El portavoz del sindicato CSIF en las Pitiusas, Sabino Aramburu, recordó este sábado que desde Ibiza llevan más de 20 años reivindicando sin éxito lo mismo que el juez decano Sergio González Malabia: que los funcionarios de la Administración judicial perciban un plus de insularidad que se equipare al de otros territorios insulares y propicie la fidelización y estabilidad de las plantillas.

Aramburu señaló estar totalmente de acuerdo con el magistrado porque uno de los grandes problemas del sector judicial en Ibiza es el plus en cuestión. «Ibiza tiene unas particularidades como la vivienda o la carestía de la vida, por lo que la Administración debe intentar remediarlo de alguna forma, premiando a los funcionarios para que no se vayan. Lo que está claro es que se están dando unos servicios públicos de tercera clase», lamentó el portavoz.

«La Administración General del Estado parece que está en retroceso en la isla», insistió Aramburu. Por tanto, la única manera de poder mantener funcionarios es equiparando el suplemento por insularidad al que se percibe en otros territorios.

El portavoz reconoció que este verano han conseguido contar con una persona de refuerzo para las guardias que son «insufribles», aunque este funcionario no es que venga de fuera, sino que es un trabajador del mismo juzgado. «El Ministerio ya señaló que en julio y agosto no iba a realizar llamamientos, por lo que ahora mismo falta gente en algunos juzgados y no están cubiertas todas las plantillas», aseguró.

Sobre la situación de la sala Gesell en la sede judicial de Ibiza, Aramburu aseguró sumarse a las quejas del juez decano, quien esta semana denunció que la lentitud administrativa había impedido estrenar este espacio a la espera de la instalación de un simple equipo de sonido para grabar las declaraciones de los menores. «En Ibiza estamos dejados de la mano de Dios», lamentó el portavoz sindical en relación a esta sala amable.

A modo de ejemplo, Aramburu se refirió también a la situación del aire acondicionado en el juzgado de guardia, estropeado «todo el verano». «No es de recibo que Ibiza parezca que esté en las antípodas», concluyó.