Cartel de información y, al mismo tiempo, advertencia que ha colgado un hotel de Ibiza. | R.I.

Con la llegada de la temporada alta llegan también las habituales quejas sobre el servicio que presta el taxi en la isla de Ibiza. Quejas que pasan cada año invariablemente por las largas esperas y, lo que es peor, por los servicios que no se prestan. El exceso de demanda provoca que algunos taxistas prefieran elegir entre los posibles clientes, en función de lo larga, y cara, que será la carrera. Algo que perjudica gravemente a la imagen de todo el sector. Ante esta situación, el director insular de Transportes, Roberto Algaba, considera que es necesario ir hacia un régimen sancionador más contundente que disuada a estos profesionales a la hora de dejar plantado al cliente.

En un hotel de la zona de Puig d'es Molins el hartazgo ante el problema es tal que han llegado a colocar en la recepción un cartel en el que avisan a los huéspedes de que, si quieren un taxi, el personal del establecimiento les ayudará a conseguirlo. Sin embargo, advierten, no es responsabilidad del hotel si los taxis «no vienen o tardan más de lo esperado». «Los responsables de este mal servicio son la asociación de la agrupación de autónomos del taxi de Ibiza y las autoridades locales», concluye el aviso.

Fuentes del establecimiento admiten que el problema sucede «en momentos concretos del día» que, a su vez, coinciden con la actividad de algunos establecimientos de ocio. Así, cuando los huéspedes necesitan un taxi en esos horarios, se encuentran con que, en el mejor de los casos, «tienen que esperar entre 30 y 40 minutos para que vengan a recogerles». Para curarse en salud, el hotel les suele indicar que el tiempo de espera es algo superior. Un mensaje que reciben «con cara de asombro». «Los taxistas a esas horas prefieren ir a las discotecas», concluyen desde este hotel, «y no hacen otros servicios, aunque les digas que es un viaje al aeropuerto».

La opinión de Vila

Consultado por Periódico de Ibiza y Formentera, el concejal de Transporte Público de Vila, Rubén Sousa, cree que estos «problemas puntuales» se producen «porque hay más demanda que vehículos». Sousa, sin embargo, admite que se trata de una situación contra la que hay que luchar. De ahí que espera que en breve entre en vigor el nuevo reglamento que regulará el sector en la capital de la isla. Un reglamento que, recuerda, «preve sanciones muy duras para estos casos». Sobre todo si los plantones se producen cuando los clientes tienen como destino el puerto, el aeropuerto o algún centro hospitalario.

«No son formas», considera Roberto Algaba al mostrarle el cartel, «el Consell, la Federación Empresarial Hotelera y los taxistas hemos acordado trasladar los problemas a través de unos cauces determinados y este cartel no lo es». Algaba afirma que este año no se están registrando tantas incidencias en el sector del taxi como en temporadas anteriores. El director insular de Transportes cree que, en general, el taxi en Ibiza presta un buen servicio. No obstante, admite que se producen problemas como los plantones a los clientes que piden el viaje a través de la aplicación que emplea el sector en la isla. Y, ante esta situación, advierte de que, a partir de septiembre, el Consell recibirá los listados de los servicios solicitados vía aplicación y no prestados, lo que permitirá sancionar a los taxistas que no hayan cumplido con sus obligaciones.

La situación, no obstante, no está siendo tan problemática como en años anteriores. Así lo reconoce el gerente de la Federación Empresarial Hotelera, Manuel Sendino, quien asegura que en estos momentos la patronal no está recibiendo tantas quejas como en otros periodos. Sendino recuerda que a la hora de prestar el servicio del taxi «hay unas horas malditas» en las que se registra el mayor número de problemas. Por ello, la federación lleva años exigiendo que se incremente el número de vehículos que prestan el servicio.

Para el presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de Vila, Alejandro Cardell, no se puede obviar que, ante el elevado número de servicios que presta el sector a diario durante la temporada alta, es normal que se pueda registrar alguna incidencia. «Se hacen muchos servicios cada día», asegura Cardell, «y, en momentos puntuales, puede que no lleguemos a todo pero, insisto, es puntual». Sobre el aviso del hotel ibicenco, Cardell asegura que se han puesto en contacto con el establecimiento para obtener más información sobre el problema. «No entiendo por qué ha puesto ese cartel», ha asegurado en declaraciones a este rotativo, «es un hotel y, nos llamen ellos o los clientes, tenemos que ir».