Imágenes de la procesión de este martes en Vila. | Irene Arango

Fue en 1943 cuando la 'Estrella de los Mares' procesionó por primera vez por la ciudad de Ibiza. 81 años después, la Virgen del Carmen sigue despertando el mismo fervor entre los ibicencos, según ha podido comprobarse este martes durante la fiesta marinera más tradicional.

Momentos antes de comenzar la celebración, el sacerdote Carlos Herrera resaltó la importancia de la festividad para la parroquia de San Salvador de la Marina en la que permanecieron durante años los carmelitas cuya imagen se sigue venerando en la actualidad.

«Es una fiesta, una procesión muy sentida. Hay mucha devoción a la Virgen del Carmen, aunque sea gente de otras parroquias», reiteró Herrera.

En el templo, la imagen de la Virgen lucía este año rodeada de un gran arco de flores, mientras que a sus pies se amontonaban coloridos ramos depositados por los fieles en estas últimas jornadas. En un lateral de la iglesia, otra figura de Nuestra Señora del Carmen aguardaba para ser sacada en procesión.

Joan Marí Mayans, presidente de la cofradía de La Piedad, explicó que son necesarias unas ocho personas para procesionar con la Virgen y destacó que quienes llevan la imagen forman parte de La Piedad y de la cofradía del Santo Cristo Yacente. Tradición y devoción son las motivaciones principales por las cuales los cofrades procesionan con la Virgen del Carmen, según apostilló.

En relación al recorrido, Marí Mayans reconoció que no es nada fácil «porque nos encontramos con muchos balcones y muchas banderas, más ahora que hace poco se ha celebrado la fiesta del Orgullo. Lo más complicado es bajar la escalera del final de la calle de la Virgen».

Menos abarrotada que el pasado año -probablemente por ser día laborable- y también con algo menos de calor, la misa solemne estuvo presidida por el obispo Vicente Ribas quien ha considerado que la celebración de este martes es «una fiesta que nos invita a creer en medio de las dificultades». También destacó que, al igual que han hecho los vecinos de Cala Vedella este año, cada vez son más los lugares que conmemoran esta festividad marinera.

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Ribas recomendó además ·cuidar de nuestros mares, del gran regalo que nos han hecho" puesto que más de ocho millones de plásticos son lanzados al mar todos los años, según advirtió.

En la festividad no faltaron algunas asistentes habituales como María, quien acude a esta celebración en Sant Elm «siempre que puedo venir porque, además, esta tradición está muy extendida por toda la isla».

Rafaela también vivió una tarde muy especial al volver a celebrar la Virgen del Carmen en la parroquia ibicenca después de 50 años «por esas cosas de la vida».

«Tenía mucha ilusión después de tanto tiempo. Yo vivía aquí cuando era pequeña. Ahora he podido volver», comentó.

Otra vecina de Ibiza, María, también aseguró que «por tradición» suele acudir todos los años a esta fiesta marinera «que perdura y se mantiene bien en el tiempo».

No sólo en el interior del templo los fieles conmemoraron la festividad de la patrona del mar. Mientras se celebraba la misa, lentamente en el exterior de Sant Elm fueron amontonándose decenas de personas, bien para acudir sólo a la procesión o simplemente observar la salida de la imagen.

Como manda la tradición, ésta fue paseada por la calle de la Virgen donde tuvo que sortear todo tipo de adornos; fue embarcada después entre los aplausos de decenas de personas y, tras realizarse el tradicional homenaje a la gente del mar ya fallecida, fue devuelta al templo, concluyendo así la celebración más marinera de Ibiza.