Un taxista 'pirata', captando turistas en el aeropuerto de Ibiza. | Irene Arango

De pie frente a la salida del aeropuerto de Ibiza y observando qué turistas pueden frenar. Así es como esperan los taxis ‘pirata' a sus clientes para lograr captarlos en la terminal, pese a la instalación de un puesto de información sobre transporte legal e ilegal en el aeropuerto con el objetivo de persuadir a estos conductores ilegales.

El modus operandi de los ‘pirata' es todo el tiempo el mismo: llegan al aeropuerto y pasan desapercibidos como si esperaran a alguien; ven a los turistas llegar y se acercan a la muchedumbre. Se puede escuchar cómo preguntan a los viajeros: «¿Taxi?».

Cuando consiguen que un grupo se pare les atienden como si fueran legales y los llevan hasta el estacionamiento que hay a unos metros de la salida, donde ya emprenden su viaje sin problema, aunque todos los que están en la zona trabajando diariamente saben quiénes son.

«Todo sigue igual»
María es trabajadora del puesto de atención a turistas y usuarios sobre transporte ilegal, que se instauró este mes de julio. Según esta empleada los ‘piratas' operan cerca suyo, llegándose a colocar incluso delante del puesto.

«Siguen igual. No temen a nadie, ya que los únicos que los pueden detener son la Policía Local y parar toda esta mafia», asegura. Por el momento, María explica que no le han dicho nada mientras ejerce su labor.

«Se ponen en la cola y se llevan a los clientes; los engañan y no es justo. Los taxistas pagan unas licencias que son oficiales y son caras y no está bien que engañen a los clientes», apunta María. La trabajadora añade que debería haber algún policía local para frenar a estos infractores, pues son los únicos que pueden frenarles.

Los taxistas son el sector más afectado directamente; ellos observan cómo los ‘pirata' se llevan a sus posibles clientes ante sus ojos.

Dos trabajadores de este sector legal señalan «que todo sigue igual», a pesar de la detención que se produjo hace unos días de la ‘pirata rumana' en el aeropuerto. Asimismo, destacan que la han vuelto a ver trabajando.

«Al día siguiente ya la vimos trabajar con un coche de alquiler», apunta Lolo Ruíz, portavoz de Élite Corsarios, a Periódico de Ibiza y Formentera. Ruíz subraya que a lo largo de los años este sector ilegal ha ido en aumento y que las sanciones deberían ser «más duras y cambiar la ley», llegando a pasar de ser un delito administrativo a que se considere delito.

Actualmente, según el Ayuntamiento de Sant Josep, cuando se caza a un pirata se le requisa el vehículo y se le sanciona con una multa que llega a los 6.000 euros.

Asimismo, si el coche es particular, el conductor lo puede retirar si paga la mitad de la denuncia, sin perjuicio de que el expediente prosiga y pague la sanción completa. Ruíz destaca que se ha pedido a AENA en varias ocasiones que se ponga seguridad que se dedique exclusivamente a frenar estos infractores, pero por el momento no se ha implantado. Por otra parte, añade que para cazarlos fuera de estas instalaciones se deberían implantar más controles y hacer un cambio legislativo.

«Estoy curado de espantos, pero hay gente que no les dicen nada y no quieren decir porque tienen miedo. No podemos correr el riesgo de que nos agredan tampoco», señala Ruíz e indica que es normal que exista ese miedo por los casos anteriores que ha habido de amenazas, ya sean verbales, cuando se les insulta, o físicas.

Inseguridad
Otro punto que ha destacado el portavoz de Élite Corsarios es que no sólo están inseguros ante estos infractores, sino que también por parte de los turistas.

«Siempre corres el riesgo de que se te vayan sin pagar o que te increpen porque no lo llevas por donde quieren. Van borrachos a veces y te pueden golpear el coche». Asimismo, puntualiza que por su seguridad no persiguen a aquellos que se van sin pagar.