Imagen de archivo del centro de menores Pare Morey gestionado por el Consell de Ibiza y que está desbordado. | R.I.

La oleada de pateras continuó este jueves en aguas de Baleares y sólo en Formentera son cerca de 100 los inmigrantes interceptados en los últimos dos días. El primer rescate de este jueves tuvo lugar sobre las 04.15 horas cuando se procedió a la interceptación en tierra de 12 personas de origen magrebí y subsahariano. Otra embarcación se localizó    a las 08.43 horas con 14 migrantes más. Hasta el 10 de julio, más de 150 personas en situación irregular han sido localizadas en la isla pitiusa. Cabe destacar que la Delegación del Gobierno en Baleares no informa a los medios de comunicación sobre cuántos menores y mujeres llegan en estas embarcaciones. En este sentido, también es preciso reseñar que no se han encontrado las embarcaciones.

Llorenç Córdoba, presidente del Consell de Formentera, reconoció este jueves que los efectivos policiales de la isla «van saturados. No hay problemas porque son profesionales y hay unos protocolos que se están aplicando».

También afirmó que, en clave autonómica, esta última oleada de pateras es preocupante. «Es una situación que es muy grave. Hay centros donde tenemos a menores acogidos y los ayuntamientos nos están pidiendo que los saquemos de allí y busquemos otro sitio en pleno verano», explicó también. El presidente lamentó que Formentera no está preparada para atender a todas estas personas recién llegadas. «Todo el mundo que puede ayudar lo está haciendo, pero está llegando demasiada gente», reiteró.

Córdoba contactó incluso con el Govern para abordar este asunto, aunque «no es sólo Formentera quien tiene estos problemas». También avanzó que deberán abordar la realidad migratoria con la Delegación del Gobierno.

El presidente resaltó la necesidad de contar con personal para atender a los menores interceptados, valorando la posibilidad de abrir centros ya que los actuales repartidos por el resto de Baleares están saturados. «Lo estamos intentando nosotros como Consell», apuntó Córdoba, aunque reconoció que es un proyecto «muy complicado».

Desde Cruz Roja, la coordinadora Mary Castaño reconoció que esta última oleada de pateras «es recurrente, pero no masiva» puesto que los números se asemejan mucho a los registrados en otras ocasiones. Aún así, la situación ha obligado a activar a sus voluntarios en Ibiza y Formentera al ser las primeras personas que atienden a los migrantes nada más llegar a tierra. «Lo que hemos hecho es organizar equipos de trabajo para realizar las intervenciones a medida que han ido llegando», explicó Castaño.

Con el objetivo de ofrecer a los migrantes esa primera asistencia, desde Cruz Roja han formado a un grupo de entre 10 y 12 voluntarios    de Formentera «que realizan un trabajo excepcional», reconoció la coordinadora. Estos colaboradores ofrecen a los migrantes comida, bebida o ropa y comprueban si alguno de los recién llegados necesita asistencia médica o alguna intervención en especial.

«Todo el mundo es útil en Cruz Roja y tiene algo que pueden aportar. En Ibiza hay vinculadas a este proyecto unas 60 personas y cerca de 12 en Formentera, aunque en verano es más complicado por la estacionalidad de los trabajos. Siempre necesitamos voluntarios», aprovechó para destacar también.

En relación a la última oleada de migrantes, desde Cruz Roja confirmaron la llegada de «alguna unidad familiar».

Consell de Ibiza

La consellera de Bienestar social, Carolina Escandell, reconoció preocupación en Baleares puesto que cada vez se producen más llegadas e Ibiza cuenta con más menores tutelados. «La situación del menor está siempre por encima de todo, pero debemos ser conscientes de las capacidades de cada uno. Desde Ibiza asumimos también las llegadas de Formentera y consideramos que se nos debería tener en cuenta en este asunto. Está claro que el Consell de Ibiza trabajará siempre pensando en el bien del menor», explicó la consellera.

Escandell afirmó que la isla se ha convertido en un punto de llegada, al tiempo que se registra una falta importante de trabajadores sociales que puedan colaborar en la atención de los migrantes.

Cabe recordar que el centro Padre Morey, donde permanecen los menores tutelados, se encuentra desbordado desde hace meses.