Imagen de la remodelación de la calle Pere Francés. | Irene Arango

La remodelación de la calle Pere Francés ha entrado ya en su última fase. La calle ya está abierta a la circulación hasta la confluencia con Cabrera y se están rematando las obras hasta la calle Mallorca. La satisfacción entre los comerciantes es evidente. Y dos son los nuevos elementos que más pasiones levantan: el nuevo parque infantil y el carril bici.

«El resultado está siendo muy positivo», ha explicado la concejal de Obras de Vila, Blanca Hernández, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, «sobre todo con el carril bici, que conectará con el camí de Can Murtera y el puerto. Posteriormente, se extenderá hasta el paseo de Juan Carlos I. Y, por el otro lado, conecta con el carril bici de Bartomeu Roselló y de Isidor Macabich».

En cuanto a la nueva plaza y al parque infantil, Hernández ha señalado que serán dos espacios «maravillosos», sobre todo cuando «comiencen a crecer los árboles». «Estamos muy contentos con el parque», ha admitido la concejal, «sobre todo con el parque».

Hernández ha explicado que la contratista de la obra tiene ahora hasta el 27 de julio para «hacer los remates», lo que provocará «algún pequeño corte de tráfico». En estos momentos, falta por colocar aún parte del mobiliario urbano. En la acera contraria al carril bici, ha señalado la edil, «se colocarán pilones, bancos y papeleras que, además, serán elementos disuasorios para que la ente no aparque encima de la acera».

Estética

Sobre la estética de la calle, Blanca Hernández ha indicado que el modelo de baldosa empleado se trasladará a todas las calles que sean objeto de remodelación a partir de ahora. Lo mismo sucederá con las luminarias, bancos y papeleras. Las baldosas se han cambiado porque «las que se usaban antes no cumplen con los parámetros de una baldosa de ciudad». Y, en cuanto a las farolas, son las mismas que se instalaron en la avenida de Isidor Macabich y «están dando muy buen resultado».

Uno de los puntos que más preocupa a los vecinos y comerciantes de Pere Francés es si la remodelación de la calle permitirá acabar con las molestas inundaciones que se producen en esta vía cuando llueve. En este sentido, Blanca Hernández ha explicado que se trata de «una calle complicada porque es muy llana y el mar está muy alto», por lo que es difícil acabar totalmente con el riesgo de inundaciones. Sin embargo, ha añadido, «técnicos y contratistas han sido muy escrupulosos» a la hora de solventar los problemas relacionados con esta situación. La concejal ha explicado que, al levantar la calle, los técnicos encontraron que la red de pluviales estaba muy afectada por el crecimiento de las raíces de los árboles y por el fango. Así, en algunos tramos se ha solventado la situación retirando estos elementos y, en otros, se ha optado por instalar una nueva canalización. «El sistema no podía desaguar en esas condiciones», ha recordado, «ahora será más fácil, considerando que, además, está el colector de can Murtera».

Para los comerciantes de Pere Francés, las obras «han durado demasiado tiempo», ha asegurado, por su parte, la presidenta de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de es Pratet, Carmen Cárcel. Sin embargo, a la vista de los resultados, «está claro que ha merecido la pena». Cárcel ha subrayado que «la calle ha quedado muy bonita» y ha recordado que aún quedan pendientes proyectos como el de la remodelación del pipicán y la instalación de algunas jardineras y de una fuente de agua en la plaza.

La presidenta de la asociación ha destacado sobre todo el nuevo parque infantil, que «tiene unos colores divinos». «Será un parque muy bonito para los niños y, además, tendrá sombras, que es algo que llevábamos años reclamando», ha añadido Carmen Cárcel, «hemos sufrido estos meses por las obras pero ahora estamos muy contentos».

Cárcel también ha alertado de que una reforma como esta no concluye cuando acaban las obras: «Es necesario que se hagan campañas para mantenerla. Hay que ocuparse de los incívicos, los que aparcan en las aceras, los que sacan la basura cuando no toca, los que tiran papeles… Somos los ciudadanos los que tenemos que implicarnos para controlar que estas cosas no sucedan. Como comerciante, yo he sufrido por las obras porque mis ventas se han visto afectadas. Y me duele en el alma ver que, después, hay gente que no respeta nada, que es incívica. Hace dos años se instalaron en la plaza unos bancos preciosos y los incívicos los rompieron al día siguiente. Se repararon varias veces , al final, el Ayuntamiento los tuvo que quitar. Esto es lo no podemos aceptar».

Más alcantarillas

En el Estanco de Pere Francés observan también con satisfacción el fin de los trabajos en este tramo. Uno de sus propietarios, Daniel Tur, considera que «lo importante es mejorar y que no haya inundaciones». En este sentido, destaca que con la reforma se ha ampliado notablemente el número de alcantarillas en la calle. «Nuestro problema más grave», ha explicado, «eran las inundaciones. La estética de la calle es una cuestión de gustos. Pero había que mejorar la funcionalidad y, en ese sentido, yo creo que se ha hecho un buen trabajo. Las aceras son más anchas, están adaptadas para gente con dificultades, se ha ampliado el espacio en las esquinas para que no choquen los coches con los bordillos, los árboles se han plantado de tal manera que se puedan ir levando baldosas a medida que crezcan… A mí me gusta el resultado».

Para Carmen Romero, empleada en Can Marsoc, la finalización de los trabajos en este tramo de la calle ya se está notando puesto que «hay más gente y entran más clientes». Romero destaca que, con la reforma, la calle se ve «más despejada». Al igual que otros comerciantes, le llama especialmente la atención el nuevo parque infantil, que «está quedando muy bien». Su única crítica es hacia el carril bici, que considera que es «demasiado ancho», aunque, tal y como le apunta un compañero, «es verdad que además de las bicis lo utilizarán los patinetes».

Contenta con el carril bici está, por el contrario, Beni Cardona, que trabaja en la Farmacia Es Pratet. «A mí me gusta», ha asegurado entre risas, «ha quedado muy bien. Además, los que usamos la bici también tenemos derechos». Cardona ha explicado que la reapertura de este tramo ha provocado que «haya más movimiento de gente y de clientes». «Nosotros estuvimos agobiados en algún momento por la bajada de las ventas», ha recordado, «pero la reforma de la calle incita ahora a la gente a pasear y a entrar en los comercios. Estamos contentos con el resultado». Como el resto de consultados, Neus Cardona ha mostrado también su alegría por el nuevo parque infantil, que queda justo enfrente de este establecimiento: «Es muy bonito, nada que ver con lo que había antes, que era deplorable».

Neus Noguera, propietaria del centro infantil Eriçons, se ha visto también afectada por las obras, aunque su empresa está en la calle General Joan Pereyra i Morante. «Ha sido difícil para las familias y para el servicio de catering llegar hasta nuestro centro porque todo estaba cerrado», ha recordado, «pero también es verdad que los operarios han facilitado el acceso todo lo que han podido». Noguera se muestra especialmente ilusionada con el nuevo parque dado que los niños que acuden a su centro son también usuarios del mismo: «Nosotros solemos llevar a los niños al parque y este, la verdad, está muy bien, es muy completo».