Graves accidentes de tráfico pueden suponer para los taxistas el repentino final de la temporada. | Arguiñe Escandón

Graves accidentes de tráfico como el que recientemente sufrió un taxista de Ibiza pueden suponer para profesionales del sector el repentino final de la temporada turística si el vehículo sufre importantes daños.

Hace unos días, un taxista de la isla se vio envuelto en un grave accidente múltiple cerca del polígono de Montecristo con hasta tres turismos implicados. Un coche de alquiler que circulaba a enorme velocidad llegó a atravesar la rotonda de la gasolinera BP hasta impactar con un taxi que transitaba por el lado contrario y éste, a su vez, colisionó contra un tercer turismo.

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Desde colectivos como Élite Corsaris d´Eivissa explicaron que, si a un taxista le sucede algo así en plena temporada, «ya la caja te la deja muy tocada» y será muy complicado que ese profesional pueda tener algún beneficio. Desde la Asociación de Talleres Libres, Recambios y Afines de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera, el vicepresidente Francisco de la Cruz reconoció ayer que las esperas para reparar un golpe grande superan el mes y medio, siempre dependiendo del taller y de las piezas o el material que después haya que solicitar fuera. En caso de reparaciones de menor índole, las esperas pueden rondar las tres semanas. Aunque de la Cruz señaló que siempre se intenta dar preferencia a vehículos de trabajo como furgonetas de reparto o taxis, no siempre esta solución es posible. Según añadió, particularmente este verano se han dado casos de varios taxistas que, por culpa de terceros, han perdido la temporada al sufrir sus vehículos serios accidentes de tráfico. Algunos de estos conductores profesionales incluso se han visto obligados a comprar turismos de segunda mano para intentar homologarlos rápidamente y poder volver a la carretera.

«Cada vez es un problema que se acentúa», lamentaron desde esta patronal. En relación al resto de clientes, también las esperas en los talleres de Ibiza siguen siendo largas principalmente debido a la falta de mano de obra. «Algunas empresas han reforzado las plantillas y han mejorado el servicio. En nuestro caso particular hemos podido contratar a dos pintores más, oficiales de primera», añadió de la Cruz.

Sin embargo, en talleres de grandes concesionarios las esperas para una reparación siguen siendo bastante más largas, hasta cuatro o cinco meses para determinadas reparaciones.
«Muchos concesionarios tienen talleres subcontratados», afirmaron desde la patronal.