Los familiares del último molinero de Sa Punta des Molí, Juan Boned Costa, en su visita a Sant Antoni. | Moisés Copa

El molino de Sa Punta des Molí recibió ayer una visita muy especial y emotiva: la llegada desde América de los familiares del último molinero en este enclave de Sant Antoni, Juan Boned Costa. Aunque no era la primera vez para su hija Nilda Boned y su nieto Héctor Bibiloni Boned, sí que lo fue para sus bisnietos Gabriela Bibiloni y Héctor Bibiloni. Todos ellos visitaron ayer, junto a representantes del Ayuntamiento de Sant Antoni, este espacio cultural situado en el extremo de la playa urbana de s’Arenal, en plena bahía de la localidad. Respecto a su llegada a Ibiza, el nieto de Juan Boned Costa destacó que tanto él como su madre visitaron la isla en 2010, pero quería regresar con sus hijos a Ibiza para que conocieran la casa donde nació su bisabuelo.

«Mi abuelo nació el 20 de diciembre de 1897 y emigró a Cuba como tantos otros ibicencos en los años 20. Tenía dos hermanas y tuvo cinco hijos que protagonizaron una historia de mucho amor y añoranza que caló muy fuerte en mi madre. Por eso mi abuelo siempre estuvo en todas las conversaciones familiares, aunque cuando él murió mi madre sólo tenia 10 años», señaló a Periódico de Ibiza y Formentera Héctor Bibiloni Boned. En esta línea, el nieto de Juan Boned Costa agregó que el recuerdo de su abuelo siempre se mantuvo vigente.

Añoranza

«Hemos regresado a la casa de mi abuelo para que mis hijos conozcan este legado lleno de añoranza», apuntó. Asimismo, destacó que su abuelo trabajaba con su padre en el molino hasta que emigró a Cuba. Allí, indicó su familiar, fue marino mercante, pero nunca se olvidó de sus raíces, incluso tenía un pasaje para regresar a la isla y ver a su padre. No obstante, Héctor explicó que no pudo volver porque murió en 1948 como consecuencia de un naufragio.

«Mi madre sólo tenía 10 añoscuando esto sucedió, pero en sus conversaciones siempre ha estado presente esta familia», agregó. Es por eso que tanto Nilda Boned como su hijo Héctor Bibiloni Boned no dejaron de buscar estas raíces ibicencas y los lugares que su padre y abuelo dejó al emigrar a Cuba. Recuerdos que Nilda conserva de las historias que le contaba Boned cuando ella era pequeña, hablándole del molino y de Ibiza. Anécdotas que, como destacó ayer Héctor, calaron hondo en su madre y también en él. Durante esta visita, los familiares de Juan Boned Costa recorrieron este espacio cultural formado por este molino restaurado, una noria y una casa payesa reconvertida en una sala de exposiciones.

En este enclave también está ubicado un auditorio al aire libre y un espacio con una almazara tradicional dedicada al aceite. Cabe recordar que este molino del municipio de Sant Antoni fue construido en el año 1818 y desde que se levantó todos los vecinos del municipio e incluso de otras localidades, como Sant Josep y Sant Agustí se desplazaban hasta esta máquina para moler trigo y cebada, además de otros productos, como guisantes, habas o avena para los animales.
Aunque en el municipio había otros dos molinos más como el molino d’en Simó y el d’en Gasparò, el de sa Punta des Molí permaneció en activo hasta el año 1929.