Trabajadores de los Juzgados de Ibiza, en la plaza de sa Graduada, exigen al Ayuntamiento de Vila medidas urgentes contra los conflictos en esta zona de Ibiza debido al incremento de adolescentes en la zona que se dedican a faltar el respeto a los profesionales, funcionarios y usuarios de justicia.

En este sentido, uno de los responsables de seguridad de los juzgados de Ibiza señaló ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que la situación se ha ido agravando en los últimos meses con el aumento de la inseguridad ciudadana. Denunció que estos adolescentes se reúnen cada tarde junto a la sede judicial de sa Graduada para jugar al fútbol mientras los usuarios de justicia hacen uso de la sala amable ubicada en la planta baja del edificio.

«Se ponen a dar pelotazos que golpean las ventanas enrejadas; estos balonazos hacen temblar los cristales e incluso hemos tenido que cambiar algunos focos», denunció este hombre, resaltando que estos pelotazos llegan hasta la segunda planta, que es donde están ubicados los dos Juzgados de lo Penal.

Pelotas requisadas

En esta línea, subrayó que hay una habitación dentro de la sede judicial llena de pelotas requisadas por los responsables de seguridad, las cuales se quedaron encajadas en el balcón de esta segunda planta.

«Estos balonazos que recibe cada día la fachada del edificio ha provocado también la rotura de las chapas metálicas, las columnas y el destrozo de hasta una cámara de seguridad», apuntó e indicó que esta situación se ha agravado en la zona, aumentando la peligrosidad para los viandantes.
Es por eso que estos trabajadores piden al Ayuntamiento que busquen una alternativa viable para que estos adolescentes puedan jugar al fútbol sin poner en peligro tanto a los trabajadores de los Juzgados como a los vecinos de la zona, muchos de ellos personas mayores, que pasean por esta plaza cada tarde. «También hemos denunciado estos hechos a través de la aplicación Línea Verde del Consistorio», agregó, lamentando que los más jóvenes de la zona van adquiriendo estos hábitos inadecuados de los adolescentes.

«La pista de patinaje está inutilizada; estaría bien que la habilitaran como campo de fútbol para estos chicos, aunque esté cerca de las terrazas de los locales», destacó, haciendo hincapié en que parece que estos establecimientos de la zona están más protegidos que la propia sede judicial. En esta línea, afirmó que estos estudiantes tienen derecho a jugar, pero con respeto hacia los demás porque, según adelantó este responsable, esta situación se convierte en un constante «sinvivir» en verano.
Una realidad que se intensifica cuando los familiares de estos adolescentes intervienen en el conflicto. «Los padres están sentados en las terrazas o en sus casas; algunos vienen de malas maneras a pedirnos explicaciones cuando les decimos a sus hijos que no pueden jugar aquí con la pelota», subrayó, mientras señalaba los carteles de prohibido jugar con el balón ubicados en la plaza.
Cabe recordar que el juez decano de la isla y titular del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Ibiza, Sergio González Malabia, solicitó tras su nombramiento dos medidas: impedir el juego en las inmediaciones de la sede judicial y un aparcamiento con vado como tiene la Delegación del Gobierno o el Obispado de Ibiza.

Sin embargo, casi un año después de este nombramiento, ambas peticiones siguen sin cumplirse. Además de todas estas situaciones, desde el servicio de vigilancia también explicaron que una de estas disputas entre los trabajadores y estos adolescentes acabó en agresión a una de las empleadas del servicio de limpieza de los Juzgados de Ibiza.

«Tras recriminar su actitud a estos adolescentes, la estuvieron esperando a que saliera de la sede judicial y la increparon; la hermana de uno de estos jóvenes la agredió en el suelo y el propio chico le propinó una patada que le fracturó una costilla», lamentó este hombre, exigiendo medidas inmediatas y urgentes para solventar esta «grave situación».