El poblado chabolista de Can Rova. | Toni Planells

A lo largo del año pasado, Cáritas Ibiza atendió a un total de 2.960 personas, un 8% más de las que acudieron a pedir ayuda a la entidad de la Iglesia católica un año antes. Así lo ha señalado este lunes el coordinador de Cáritas Ibiza, Gustavo Gómez, quien ha indicado que un 20% de estos usuarios eran nacidos en España. Un 46%, además, acudía por primera vez a alguno de los servicios que ofrece Cáritas en Ibiza. La institución observa con preocupación el incremento de la pobreza en la isla y, sobre todo, de lo que Gómez ha llamado «exclusión cronificada».

«No somos capaces de revertir esta pobreza», ha alertado el coordinador de Cáritas, quien ha denunciado que las familias tienen cada vez más dificultades para poder hacer frente a los gastos básicos. A esto se suma que muchas de ellas han ido agotando la posibilidad de ser ayudados por su red de apoyo social y es en ese momento cuando recurren a Cáritas. Así, en 2023 la entidad de la Iglesia católica entregó semanalmente alimentos a 300 familias, un 43% de las cuales tenía hijos menores a su cargo.

Esta dificultades afectan especialmente a quienes llegan a Ibiza «buscando una oportunidad». Ciudadanos que chocan con dos realidades cada vez más graves: la falta de vivienda a un precio razonable y elevado coste de la vida en la isla. «Muchos de ellos se van después de meses intentando hacer su vida aquí», ha denunciado Gómez, quien ha lamentado que, en la actual situación, «la isla expulsa definitivamente a mucha gente, incluso ibicencos».    Y es que, según observa la entidad, «cada vez hay más desigualdad» además de «una mala redistribución de la riqueza». Esto último, ha advertido el coordinador de Cáritas Ibiza, «es cada vez más evidente» y, lo que es peor, se está convirtiendo en un «problema estructural» que no se consigue resolver.

Preocupa también en Cáritas cómo durante 2023 se ha incrementado el número de personas en la calle, sobre todo en el caso de las mujeres. Actualmente, y según el balance de la entidad, hay unas 250 personas sin hogar en Ibiza. La cifra es «muy similar a la de 2022» pero es «preocupante» el cambio de tendencia registrado con respecto a las mujeres. A esto se suma, ha recordado Gustavo Gómez, que las mujeres sin hogar están peor vistas por la sociedad que los hombres.

La situación socioeconómica de Ibiza en estos momentos preocupa tanto en Cáritas que ha encargado un informe a la Fundación Foessa. El objetivo es tener una completa radiografía social de la isla. Además, la misma fundación elabora en estos momentos un estudio en el que incluirá los cada vez más numerosos asentamientos de Ibiza, en los que hay numerosas personas que, teniendo trabajo, no pueden acceder a una vivienda digna. «Hay que tener una foto nítida del problema y, con los datos, Cáritas exigirá a la Administración. Cáritas tiene que ser lectora de la sociedad», ha recordado Gustavo Gómez, «para saber reaccionar».