En 2018, Sant Antoni llegó a ser el ayuntamiento de la isla de Ibiza que más tiempo tardaba en otorgar licencias urbanísticas. Según una encuesta del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears, un promotor tardaba, de media, 30 meses en conseguir el permiso para llevar a cabo una obra en el municipio de Sant Antoni. Una situación que el equipo de gobierno de Marcos Serra ha conseguido darle la vuelta. «Cuando se inició la pasada legislatura una de las prioridades era reducir los plazos en la concesión de licencias, ya que había una demora de más de dos años», señalan desde el consistorio de Portmany.
Según los datos facilitados por el propio ayuntamiento, los plazos que maneja para la concesión de licencias en suelo rústico, tanto las de nueva construcción, reformas, ampliaciones, legalizaciones o segregaciones, son de apenas tres meses. El mismo tiempo que Sant Antoni tarda en conceder licencias en suelo urbano (nuevas construcciones, ampliaciones, cambios de uso, legalizaciones o demoliciones).

Un tiempo que se recorta más en el caso de las licencias para edificios plurifamiliares –apenas dos meses– y todavía más para las licencias de establecimientos hoteleros, que se otorgan en solo un mes. Otros trámites administrativos como las calificaciones urbanísticas o los certificados de no infracción urbanística se despachan también en apenas un mes, mientras que para los finales de obras el Ayuntamiento tarda dos mes.
Una reducción espectacular del tiempo de espera que, según explican desde Sant Antoni, se ha conseguido gracias a un plan de mejora que se puso en marcha en el área de Urbanismo «a través de la modificación de la estructura organizativa del departamento y del refuerzo de la plantilla, que han contribuido a dotar de mayor dinamismo y eficacia al departamento y, en consecuencia, a agilizar la tramitación de los procedimientos y resolución de los asuntos».

Más de 900 viviendas

En los últimos cinco años, el Ayuntamiento de Sant Antoni ha concedido cerca de una sesentena de licencias para promociones de edificios plurifamiliares que supondrán más de 900 nuevas viviendas. Unos proyectos que también dejarán dinero en las arcas municipales.
Una tendencia que seguirá al alza porque en el primer trimestre de 2024, el número de viviendas visadas en el municipio de Sant Antoni ha sido de 157, lo que supone casi dos de cada tres de las 239 visadas en Ibiza y Formentera. Unas viviendas que se convertirán en una realidad en los próximos meses.

Desde Sant Antoni apunta que desde el departamento de Urbanismo también se han actualizado todos los trámites «para que se puedan realizar íntegramente a través de la sede electrónica, consiguiendo simplificar los trámites y acortar los plazos».