En la zona de Can Negre, tras la nave que alberga unos grandes almacenes y una náutica y las casas a pie de la carretera de Sant Antoni, a pocos metros del polígono de Can Bufí se encuentra el terreno de Can Rova. Un espacio en el que durante los últimos meses se viene convirtiendo en un asentamiento de caravanas, carpas, tiendas de campaña e infraviviendas que habitan personas que, forzadas por el elevado precio de la vivienda en Ibiza, alquilan pequeñas parcelas del terreno a escasos dos kilómetros del centro de la ciudad de Ibiza.

«Mucha de la gente que vive allí son familias y, por lo general, todo el mundo es respetuoso con los demás», explicaba a Periódico de Ibiza y Formentera una de las personas que habitan esta zona a la que califica de «una verdadera comunidad».

«Es el único sitio al que podemos ir la mayoría de los que vivimos aquí», afirma, mientras agradece que «el dueño del terreno se haya atrevido a meterse en este follón para ayudar a toda esta gente». «Bueno, ayudar y cobrar», rectifica antes de asegurar que «yo pago 300 euros por un ‘cacho' de terreno de unos cuatro metros cuadrados donde he montado mi tienda de campaña». «La luz y el agua se cobra a parte, 50 euros por cada cosa», apunta mientras asegura que «estoy pensando en hacerme con una caravana, por la que se cobran entre 400 y 500 euros más luz y agua».
«El único problema que recuerdo tuvo que ver con la conexión de luz, que al parecer no deja de sacar cada dos por tres y un vecino se puso nervioso; la lió bastante y tuvo que venir la Guardia Civil», explica respecto a los problemas entre la comunidad y la conexión eléctrica, «que sacan de la casa grande con unos cables».

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Tal como explica esta persona, el terreno, dividido «entre la parte de arriba y la parte de abajo», dispone de distintas ‘calidades' con sus respectivas diferencias de precio: «hay chabolas de madera mejor construidas, muy bien trabajadas en el interior o carpas más grandes donde caben familias enteras».

Según ha comprobado Periódico de Ibiza y Formentera en la información pública disponible en el Catastro, esta finca es de clase rústica, con un uso principal agrario y tiene una superficie construida de 529 metros cuadrados en una vivienda y varios almacenes. En total, entre las construcciones y el terreno, la superficie es de 26.084 metros cuadrados.

Respecto al perfil de quienes viven en este terreno, su vecino, nacido y criado en Ibiza, explica que «no podría decirte cuanta gente vive aquí, cientos y cientos, muchos de ellos extracomunitarios, sobre todo de sudamérica aunque también hay gente española», entre quienes asegura que «me he encontrado con una nena que es compañera de clase de mi hijo», para aclarar que «muchos de los que vivimos aquí vivimos y trabajamos en Ibiza y no tenemos más remedio que optar por esta opción ya que no podemos permitirnos una vivienda con nuestro sueldo».

«Si nos tenemos que ir de sa Joveria, nos marcharemos al camping de la carretera de Sant Antoni», aseguraba uno de los habitantes de las caravanas de Sa Joveria esta misma semana tras recibir la advertencia del Auntamiento de Eivissa respecto a la colocación de un gálibo en la zona que impedirá el acceso a caravanas a partir de este viernes. Una afirmación que compartían algunos de los testimonios que pudo recoger Periódico de Ibiza y Formentera que evidencia la tendencia al alza de la población en esta finca a medida que la temporada va avanzando. Cabe destacar que a partir de este viernes, las caravanas no podrán estar ni entrar en el aparcamiento de sa Joveria por la instalación de gálibos por parte del Consistorio.