El pasado sábado lo hizo desde el Hotel Aguas de Ibiza en Santa Eulària. «Es una tradición profesional, pero también personal porque todo el mundo sabe que he estado ligado a la isla. La conozco bien y la disfruto mucho», reconoció además.
Cantizano, quien bromeó asegurando que cada vez es «más alérgico» al sol y al calor, explicó además que su objetivo al emitir desde Ibiza era hablar de la realidad turística actual y de «hacia dónde deben caminar las ciudades y los lugares eminentemente turísticos y qué fórmula hay a la hora de abrirse a otras formas del turismo».
En este sentido, recordó la importancia del ocio en la isla, aunque quiso destacar otras ofertas turísticas como el deporte o la gastronomía.
En relación a su carrera profesional, Cantizano aseguró que «todavía me queda mucho recorrido» y recordó que en el conocido programa que durante ocho años presentó en Antena 3 llegaron a sentarse en plató más de 1.800 personajes de distinto tipo.
«He tenido la suerte de pasar por distintos programas y manejar diferentes contenidos», insistió.
Sobre el peso de la fama, el presentador afirmó que en su familia le enseñaron a llevar una vida discreta, por lo que sobrelleva bien ser alguien conocido «y fundamentalmente querido, que es algo que valoro mucho».
«En esta nueva etapa quiero consolidar el respeto del oyente, de la profesión, y el cariño y el aprecio por lo que hago», insistió.
En una temporada en la que está conjugando radio y televisión, Cantizano reconoció que los dos medios «me hacen disfrutar mucho», aunque desde hace unos años hay «una apuesta clara por la radio como forma de comunicar».
También declaró que la radio y la televisión «no son incompatibles».
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