Esta vía de Santa Eularia se aleja levemente del corazón del municipio, por lo que el descanso para sus vecinos es total. Sin embargo, en sus más de 500 metros se aglutinan numerosos negocios de todo tipo: hoteles, supermercados, inmobiliarias o tiendas de informática, entre otros locales.
«Soy de Ibiza pero vengo prácticamente a diario a esta calle. Aquí vengo a clases de la tercera edad y aprovecho para ir al supermercado», explicó Conchi Caballero.
Es por ello que muchos hayan en esta vía el lugar ideal para asentarse. Es el caso de Anca Terlinsche, que regenta una pequeña tienda de productos rumanos desde hace un par de años debido también a la gran multiculturalidad de la zona. «Hay mucha comunidad rumana en esta calle aunque también entran algunos turístas a comprar», explicó Terlinsche.
En la calle, y en toda la zona, también destaca una gran afluencia de italianos. Es el caso de Giulia, una recien llegada a la isla. «Es mi primer año en Ibiza y he encontrado casa en Santa Eularia», señaló la joven italiana. «Por lo poco que he visto es mucho más tranquilo que el sur de la isla», puntualizó Giulia.
Vistas al mar
Muchos de sus vecinos eligen esta vía por su gran proximidad al mar. «Tienes un paseo precioso, y a penas transitado salvo en verano, que recorre todo el mar», explicó Sonia, una residente de la zona.
Un «lujo» para esta joven que se traslado desde Madrid a Ibiza hace algunos años. «La gente de la isla no lo valora suficiente, pero ver el mar cada mañana es increíble», puntualizó.
Además de esto, si en algo coinciden los residentes de esta calle es en una «excepcional» limpieza. «Desde hace muchos años, en esta calle y en la gran mayoría de Santa Eularia es prácticamente imposible encontrar basura por las calles», explicó Mónica, que aseguró que el Ayuntamiento esta haciendo «un gran trabajo».
Lo mismo opina Conchi Caballero, que aunque afirma que «las calles aledañas» siempre están un «poco más sucias» que las principales, Santa Eularia es un municipio «muy limpio».
Sin embargo, también hay algunos puntos negativos que los mismos no pasan por alto.
«En general, encontrar aparcamiento es un suplicio y más en verano. Si no tienes una plaza de parking, estás perdido», señaló un vecino que prefirió no dar el nombre.
Con todo, la calle Ricardo Courtoys Gotarredona es una magnífica vía donde conviven residentes todo el año y turistas, en su mayoría alemanes y holandeses, durante todo el año.
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